Un drama romántico en tiempo de guerra. Una pareja inglesa, por impulso «altruista» del hombre, acogió a una refugiada ucraniana, y apenas 10 días después -pero intensos-, éste se fue con ella y dejó botada a la familia que había contruido durante la última década.
Todo ocurrió entre abril y mayo, cuando Tony Garnett (29 años), un guardia de seguridad en un centro del servicio de salud británico, se inscribió en el plan del gobierno para dar cobijo a personas que se vieron obligadas a dejar Ucrania. Lorna (28), su pareja, con quien tiene dos hijas pequeñas -de 6 y 3 años-, nunca estuvo muy convencida de la idea.
«Esto empezó con un simple deseo mío de hacer lo correcto y darle un techo a alguien que lo necesite, un hombre o una mujer», relata el hombre al tabloide The Sun.
Pero al considerar que el proceso era demasiado lento, decidió hacerlo por las suyas y ofreció ayuda a través de redes sociales: allí fue contactado por Sofiia Karkadym (22), quien huyó de Leópolis al comienzo de la guerra, transitó por Polonia hacia Alemania y desde Berlín, donde esperó durante semanas la tramitación de su visa británica, voló hacia Inglaterra, para mudarse al hogar que Tony y Lorna tenían en Bradford, condado de West Yorkshire.
«Fue una época horrenda. Nunca quise irme, pero no teníamos otra opción. Estoy tan feliz de haber encontrado a Tony y finalmente sentirme segura», dice ahora Sofiia. Aunque estaba dispuesta a ayudar a quien fuera, «fue Sofiia quien llegó a mi vida y eso es algo por lo que siempre estaré agradecido», expresa Tony.
«Era obvio desde el principio que Sofía y yo hicimos clic», dijo el hombre. «Tan pronto como lo vi me gustó», señaló la ucraniana. Al pasar los días, la tensión en la casa comenzó a aumentar, pues Tony trasladó a su hija de seis años la habitación de su otra hija de tres años.
Ahora ambas dormían en una litera y Sofía tenía un cuarto para ella sola. Lorna no estuvo de acuerdo. Mientras tanto, Tony y Sofia se hicieron más cercanos conforme pasaban tiempo juntos. «Hablo un poco de eslovaco y no es diferente al ucraniano, así que pude hacerme entender en su idioma. Pero eso empeoró las cosas porque Lorna no sabía de lo que estábamos hablando», dijo el hombre a The Sun.
Tony y Sofía se sentaban a platicar, bebían y veían la televisión con subtítulos en ucraniano juntos, a veces después de que Lorna se había ido a dormir. “Nos llevábamos muy bien, pero en ese momento no era más que eso, aunque puedo ver por qué Lorna comenzó a sentirse celosa y resentida con Sofía”.
La ucraniana empezó a acompañar a Tony al gimnasio. Hacían ejercicio juntos y luego se sentaban a hablar en su automóvil, en el último piso de un estacionamiento de varios pisos, de acuerdo con The Sun.
«Sabía que algo estaba pasando entre nosotros y que Sofía sentía lo mismo, era algo que ninguno de nosotros podía detener. En casa me di cuenta de que buscábamos excusas para tocarnos y rozarnos, era muy coqueto pero en esa etapa no pasaba nada más que eso», contó el hombre.
La interacción entre ambos generó molestia en Lorna. La mujer estaba cada vez más enojada y tenía fuertes discusiones con Sofía, pues cuestionaba por qué pasaban tanto tiempo juntos.
“El ambiente se estaba poniendo muy malo y Sofía me dijo que no sabía si podría seguir viviendo con nosotros en estas circunstancias», señaló Tony. En una discusión, Lorna le dijo a Sofía, entre gritos y un lenguaje más «duro», que ya no podría seguir viviendo con ellos.
El hombre aseguró que no podía separarse de la ucraniana y le dijo a su ahora ex pareja: «si ella se va, yo me voy». “Ambos empacamos nuestras maletas y nos mudamos juntos a la casa de mi mamá y mi papá», contó el hombre.
La nueva pareja comenzó a buscar apartamentos en el centro de la ciudad e inició el proceso para que Sofía obtenga la visa permanente.
«Lamento mucho por lo que está pasando Lorna, esto no fue su culpa y no se trató de nada que ella haya hecho mal. Nunca nos propusimos hacer esto, no fue planeado y no quisimos lastimar a nadie», señaló Tony a The Sun.
La historia de amor fue «muy rápida», en consideración de Tony, y ambos saben «que la gente pensará mal» de su relación. Sofía, por su parte, considera que hicieron lo correcto, ya que «pudo ver lo infeliz que estaba Tony».
Cactus24//22-05-2022