Productores agropecuarios, agricultores y demás pobladores de La Rosa, parroquia Zazárida del municipio Buchivacoa, estado Falcón, aseguran que que, lejos de progresar, el pueblo está cada vez más aislado y por ende olvidado.
A pesar de ser un pueblo que produce queso, leche, natilla, así como carne bovina, caprina, porcina, además de ser un pueblo pesquero y cafetalero, La Rosa no ha recibido el trato que merece; de ahí que los pobladores estén indignados, por no decir molestos por la indiferencia gubernamental.
Ni Tony Tigrera que estuvo como alcalde 13 años por el chavismo ni José Esteban José Díaz, electo en octubre, consiguieron congraciarse con los productores y pobladores que, de no ser por los burros o motos, estuvieran confinados en este extremo sur de Zazárida, con las cosechas y productos arrumados, y sin comunicación con otros pueblos o de la misma parroquia.
A los habitantes de la Rosa les sobran ganas de trabajar, de producir y sacar tanto al pueblo como a la parroquia adelante; no obstante, Damián Guillotina y muchos otros productores, consideran que «han sido abandonados por todos los gobiernos».
El Consejo Federal de Gobierno ha sido si se quiere la instancia que ha dado respuestas a parte del rosario de problemas, cómo haber apoyado en la electrificación y la reparación de la carretera en dos oportunidades. No obstante de eso hace mucho tiempo y el pueblo requiere que los gobernantes y el gobernador Víctor Clark, de echen una pasadita por el pueblo para que constaten las problemáticas y escuchen otras tantas voces de los mismos pobladores que anhelan mejor calidad de vida.
