Unos 132 pasajeros del vuelo 2751 de la aerolínea brasileña Azul tuvieron un momento de terror la madrugada del pasado jueves, cuando la tripulación les comunicó con gritos que abandonaran inmediatamente el avión.
Los momentos de pánico y confusión sucedieron en el Aeropuerto Internacional Merechan Rondón de la ciudad de Cuiabá, en Mato Grosso, al sur de Brasil, a las 02:00 horas, cuando los pasajeros ya estaban dentro de la aeronave a punto de despegar.
Avião tem pane em Cuiabá e passageiros ficam feridos durante retirada.
Aeroporto explicou que a situação foi controlada e que os procedimentos de emergência foram acionados imediatamente.
Leia: https://t.co/E0yueMD3Ng pic.twitter.com/BLrLTPQjgT
— Metrópoles (@Metropoles) November 25, 2021
Según medios locales, al recibir el aviso de la tripulación, los pasajeros corrieron desesperados a las puertas de seguridad para lanzarse por los toboganes de emergencia cuando aún estaban prendidas las turbinas del avión, un Airbus 320 que tenía como destino la ciudad de Guarulhos, en Sao Paulo.
En los videos que grabaron los pasajeros y que publicaron medios brasileños, se puede observar cómo la desesperación y el pánico se apodera de los pasajeros mientras se agolpan en el pasillo en busca de la salida de emergencia para saltar a la pista del aeropuerto, que tuvo que paralizar sus labores durante más de dos horas.
El medio local JP detalló que la empresa que administra la terminal Aeropuertos Centro Oeste (COA) informó que durante la evacuación resultaron heridos varios pasajeros con abrasiones leves y que dos mujeres, una embarazada que resultó muy afectada por el incidente y otra que tenía una lesión en el tobillo, fueron llevadas a un hospital.
Asimismo, el medio añade que la aerolínea envió una nota de prensa para lamentar lo sucedido e informar que estaba brindando todo el apoyo necesario a sus clientes. También confirmó que la aeronave tuvo que abortar el despegue por una falla eléctrica que se presentó, razón por la que el comandante de vuelo procedió a desalojar el avión, que ahora se encuentra en mantenimiento y bajo investigación.
Testigos directos
La pasajera Juliana Amorim contó Al medio local G1 que las dificultades se presentaron tanto porque no pudieron abrir una de las puertas de desalojo, como por los problemas que presentó el tobogán trasero durante el escape.
«Las azafatas empezaron a decir que el avión iba a explotar, que había que evacuar el avión y eso desató la desesperación. Nadie podía abrir la puerta», recuerda Amorim.
La mujer agrega que durante la evacuación vio mucha gente herida, porque el tobogán trasero no llegó a tocar el suelo. «Cuando bajé por el tobogán la turbina estaba encendida, quizá por eso el tobogán no abrió de todo» y «hubo personas que se cayeron desde arriba», explica.
Wenderson Campos, otro pasajero que viajaba con su esposa e hijo, dijo al medio que el avión frenó bruscamente antes de que la azafata les gritara que salieran inmediatamente, en medio de humo y olor a quemado.
«La gente empezó a empujar y yo estaba con un niño. Todos bajaron por el tobogán, detrás de la turbina. Bajé, dejé a mi bebé y volví a buscar a mi esposa y ella se cayó y se lastimó. Otra mujer se rompió el pie y una mujer embarazada se sintió muy mal. Solo había una ambulancia», asegura.
Su esposa, Natalya do Nascimento Campos, dijo que la ayuda tardó mucho en llegar. «La gente no sabía lo que había sucedido y no sabía cómo transmitirnos lo que estaba pasando», añade.
Cactus24/28-11-2021