April Burrell tenía 21 años y era una brillante y extrovertida estudiante de la Universidad de Maryland (EE.UU.) cuando, tras un suceso dramático, desarrolló psicosis y entró en un estado constante de alucinaciones visuales y auditivas. Con el tiempo llegó un momento en que ya no podía comunicarse, bañarse o cuidar de sí misma.
La mujer fue diagnosticada con una forma grave de esquizofrenia. No obstante, los científicos creen que, aunque Burrell tenía todos los signos clínicos de esquizofrenia, la causa subyacente de su estado era otra enfermedad.
La exclusividad de su caso, catatónica durante más de 20 años, y que ahora ‘ha despertado’ gracias a un mejor diagnóstico y tratamiento novedoso, supone un importante avance en la psiquiatría, según informa The Washington Post.
April ‘volvió a la vida’ gracias a que en el 2018 un equipo de científicos de varios países, liderado por Sander Markx, director de precisión psiquiátrica de la Universidad de Columbia, descubrió que la mujer sufría lupus, una enfermedad autoinmune. Es decir, el propio sistema inmunitario del cuerpo de April estaba atacando erróneamente a su tejido sano, en su caso el cerebro, concretamente las zonas capaces de provocar psicosis o esquizofrenia.
El desenlace de la historia fue feliz: tras varios meses de tratamientos específicos, April pudo retomar el control de su mente. Ahora su caso se considera muy promisorio para el tratamiento de personas con síndromes psiquiátricos, que además sufren procesos autoinmunes e inflamatorios subyacentes.
Remodelando la psiquiatría
El impacto de este caso ya está comenzando a remodelar la forma en que se diagnostican y tratan muchas otras enfermedades mentales.
«Estas son las almas olvidadas», comentó Markx. «No solo estamos mejorando la vida de estas personas, sino que las estamos trayendo de un lugar del que no pensé que podrían regresar», sostuvo.
«Fue la primera persona a la que vi como paciente», recuerda Markx, quien en el 2000 aún era estudiante de Medicina cuando conoció a April. «Es, a día de hoy, la paciente más enferma que he visto», dijo. Pasarían casi dos décadas antes de que sus caminos volvieran a cruzarse, cuando Markx y sus colegas le brindaron los tratamientos específicos que ayudaron en su recuperación, detalla RT.
Cactus24 03-06-23