Lo ocurrido la noche del viernes 26 de mayo en una casa de la Velita 2 de Coro, detrás del comando de la Policía Nacional Bolivariana, era de pronóstico reservado, un episodio que pudo terminar con un femicidio, un incendio provocado por un hombre que en medio de su desenfreno quiso quemar la casa, incluso asesinar a dos de los cuatro oficiales que respondieron a los gritos de auxilio de quien era de nuevo víctima de violencia de género, según los hechos.
Julio Antonio Quero Peraza de 44 años, había reincidido este viernes en violencia contra su pareja, quien días antes había sido defendida por un familiar. No obstante, este viernes tuvo que pedir auxilio a los policías, cuatro de los cuales fueron al inmueble.
Cuchillo en mano, Julio los recibió, haciendo retroceder a tres, mientras el cuarto se encerró en el baño cuya puerta de madera recibió hasta 12 incrustaciones con un cuchillo de cocina en su afán de entrar y atacar.
Además de violencia contra su pareja, Julio Antonio también se comportó violento contra su hijastra y encerró en un escaparate a dos hijas, una gemelas de 7 años.
Los reportes indican que los funcionarios regresaron al inmueble con escudos antimotín y un superior quien armado con una escopeta le hizo una descarga de perdigones después de ver a Julio Antonio perseguir e intentar acuchillar a un oficial.
Con las precauciones debidas, los policías rescataron a las niñas cuando Julio se encerró en un cuarto del cual tomó un envase de gasolina. En un instante, volvió a salir armado y atacó a un oficial que de no haber interpuesto su escudo, habría sido degollado.
Julio volvió a encerrarse tras un nuevo ataque, optando después por regar combustible con intención de incendiar la casa, actitud ante la cual la comisión violentó la puerta, lo desarmó y tras someterlo lo pusieron en custodia, llevándolo al puesto y de inmediato al comando en la prolongación de la avenida Manaure con Jabonería donde el detenido, mantuvo su actitud burlesca hacia la comisión mientras la esposa pretendía que la denuncia y detención quedará sin efecto por tratarse de su pareja.
En la foto policial, frente al pendón, Julio Antonio se ve sonriendo sin alguna lesión visible en el brazo izquierdo o hematoma en el ojo izquierdo, lesiones que no obstante, junto a otras, tocará determinar a un forense a la par de las heridas de perdigones que admite el oficial de alto rango que le causó con el disparo con el que frenó la intención del hombre de acuchillar al oficial que perseguía.
No es la primera vez que Julio Quedó Peraza incurre en episodios de violencia intrafamiliar en la mayoría de los cuales ha estado bajo los efectos del alcohol, casos que no habían trascendido debido a la negativa de denunciar de su pareja quien ahora denuncia a los funcionarios que acudieron a ayudarla cuando era víctima la noche del viernes.
No obstante a estos episodios de violencia, archivos judiciales sólo muestran un caso del año 2006 cuando, siendo plaza del Batallón de Infantería de Marina «Generalísimo Francisco de Miranda» estuvo procesado por el Tribunal Militar que decretó sobreseimiento en el 2013.
Cactus24// 28-05-23