Ghana anunció este lunes la suspensión «provisional» del pago de una parte de su deuda exterior, incluidos los eurobonos, al mismo tiempo que trata de reestructurarla tras alcanzar la semana pasada un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Anunciamos hoy (lunes) la suspensión de todos los pagos del servicio de la deuda para ciertas categorías de nuestra deuda externa, a la espera de una reestructuración», señaló el ministro de Finanzas ghanés, Ken Ofori-Atta, citado en un comunicado.
Esta medida pretende «impedir que se deteriore la situación económica, financiera y social de Ghana», precisó.
Con una inflación histórica de más del 50%, el desplome del curso de la divisa local de un 50%, el precio del combustible duplicado y una deuda cuyo reembolso se traga la mitad de los ingresos del Estado, Ghana se enfrenta a una grave crisis económica. La peor desde hace varias décadas.
Se debe sobre todo a la caída del tipo de cambio del cedi, que se devaluó en más del 50% con respecto al dólar estadounidense, lo que contribuyó a aumentar el valor de la deuda en 6.000 millones de dólares (5.654 millones de euros).
Hasta hace unos años, Ghana se mencionaba como ejemplo en África por sus elevadas tasas de crecimiento, su producción de petróleo al alza y el gran interés de los inversores.
Sin embargo, al igual que muchos otros países del continente africano, Ghana tuvo dificultades para recuperarse de la desaceleración provocada por la pandemia mundial de covid-19, antes de verse bruscamente afectada por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.
Para evitar el impago, el presidente Nana Akufo-Addo, que había prometido una «Ghana sin ayuda», viró hacia el FMI. A medida que el país se hunde en la crisis, los inversores se están alejando.
Acuerdo con el FMI
El gobierno selló la semana pasada un acuerdo de rescate de 3.000 millones de dólares (2.827 millones de euros), con el FMI con el propósito de consolidar las finanzas públicas.
Una parte importante del acuerdo con el organismo internacional consiste en devolver al país a una deuda externa viable mediante una reestructuración, pidiendo a los inversores que cambien sus bonos por otros nuevos que venzan más tarde.
Numerosos ghaneses temen que con este acuerdo el gobierno se vea obligado a imponer nuevas medidas de austeridad que estrangularían más los bolsillos de la población.
Pero la situación económica es tan difícil que el gobierno se vio forzado el lunes a ordenar esta suspensión de pagos.
«Nuestros recursos financieros, que incluyen las reservas internacionales del Banco de Ghana, son limitados y deben ser preservados en este momento crítico», indicó el ministro de Finanzas para explicar esta decisión.
«Esta suspensión es una medida de urgencia provisional a la espera de futuros acuerdos con todos los acreedores afectados», prosigue la nota. Afecta a una gran parte de la deuda externa, los eurobonos, los préstamos comerciales a plazo y la mayoría de las deudas bilaterales del país.
Sin embargo, quedan excluidos de esta suspensión el pago de la deuda multilateral y nuevas deudas contraídas a partir de este lunes.
Para el economista ghanés Daniel Anim Amarteye, esta suspensión podría erosionar la confianza de los inversores en la economía.
«Esto podría afectar nuestra credibilidad a los ojos de la comunidad de los inversores a nivel mundial y nuestra capacidad de acudir a los mercados en un futuro próximo», señaló Amarteye a la AFP.
«Esta decisión llevará a una nueva degradación de la nota por los organismos internacionales de calificación», prosiguió.
Tres grandes agencias internacionales ya han degradado la calificación de la deuda de Ghana, lo que inquieta a los inversores por un posible impago.
«El Ministerio todavía no ha iniciado el diálogo con los acreedores. Si aceptan o no las condiciones del Ministerio de Finanzas es otra cuestión», destacó.
Cactus24 19-12-22