El nicaragüense J. C. Ramírez estuvo cerca de inscribir su nombre en el libro de récords de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), tras quedarse a tres outs de completar un no hitter y erigirse en la figura de la victoria 4-1 de Leones del Caracas sobre Caribes de Anzoátegui en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz.
El derecho, de 34 años de edad, se perfilaba para concretar el decimoséptimo juego sin hits ni carreras en los anales de la LVBP, tras ejercer un gran dominio sobre La Tribu Oriental hasta que el segunda base Andruw Monasterio le disparó un sencillo sin outs en el noveno inning, conexión que llevó al mánager José Alguacil a quitarle la pelota. Sumaba 100 lanzamientos para ese instante.
El derecho salió del diamante entre aplausos, tanto de sus compañeros como de rivales y entre vítores del público presente en La Choza, pues completó una sólida apertura en un parque que favorece a los toleteros.
En 8.0 episodios recetó cinco ponches, repartió tres bases por bolas y le propinó un par de pelotazos a un oponente en un encuentro en el que sólo admitió el sencillo de Monasterio y se acreditó el triunfo. Como los relevistas Anthony Castro y Ricardo Rodríguez no pudieron impedir que Monasterio pisara la goma, esa rayita pulcra fue cargada a la cuenta del abridor de Leones.
El jugador al que Ramírez le pegó bolazos de manera accidental fue el antesalista Roberto Chirinos, quien fue golpeado en los actos dos y ocho. En el quinto, Chirinos le negoció un boleto.
El bateador designado Niuman Romero recibió las cuatro malas en el sexto capítulo y logró anclar en la inicial en medio del recital de pitcheo de Ramírez. En el octavo, el shortstop Kevin Vicuña recibió un pasaporte del escopetero de Nicaragua que no pudo conseguir el primer no-no en el parque porteño.
“Después del séptimo inning me di cuenta de lo que estaba haciendo. La fanaticada se entusiasmaba con cada pitcheo y comencé a enfocarme en manejar los envíos. Llegó un momento en el que sentí maripositas en el estómago y bueno no se pudo lograr la proeza, pero ganamos el juego y eso es importante”, comentó Ramírez a la televisora TLT tras una velada en la que lució controlado al colocar 62 de sus envíos en zona de strike y contó con respaldo ofensivo de sus compañeros.
En el tercer inning el intermedista Wilfredo Tovar conectó un doble para que el antesalista Gabriel Noriega anotara (1-0). Esa fue la primera de cuatro rayitas que contabilizaron los melenudos en el tramo. Las otras las produjeron el campocorto Orlando Arcia con un sencillo remolcador de una anotación y el leftfielder José Rondón con un biangular que llevó a dos compañeros al home (4-0).
“Las emociones fueron bastante fuertes. En un momento del encuentro las pude controlar cuando sacaba el pie (del morrito). Fue entre el quinto y sexto inning que noté que los bateadores se ponían más agresivos, los miembros del dugout estaban callados y los fans seguían eufóricos. Fue una experiencia bonita y lo mejor es que la disfruté bastante con Freddy Fermín (cátcher) porque realizamos un buen trabajo (como batería). También fue importante el apoyo (al ataque) de mis compañeros para ganar este duelo”, comentó Rodríguez al departamento de prensa de Leones.
El extranjero, que posee marca de 2-0 y una efectividad de 3.86 en cuatro apariciones, dos como iniciador, en diciembre, forzó a 11 cañoneros a fallar con roletazos y a cuatro con mansos elevados. Enfrentó a 29 adversarios en un partido en que no pudo conseguir el primer no-no en 12 años, pues el último en lanzar un no-hitter fue Anthony Lerew el 21 de noviembre de 2010 cuando Navegantes del Magallanes batió 6-0 a Leones del Caracas en el coso José Bernardo Pérez de Valencia.
Ramírez reveló la clave de su buen desempeño en una noche en la que rozó la gloria y Rodríguez se apuntó el rescate. El revés recayó en John Anderson.
“Fermín y yo nos enfocamos en ser agresivos. Traté de usar mucho la recta y mezclarla tanto con sinkers como sliders. Hoy (sábado) los pitcheos caían mejor y las sliders eran más cortantes. No sé si era por las características de Puerto La Cruz (ciudad que está al nivel del mar)”, agregó el serpentinero que alabó la labor defensiva del centerfielder Juan Infante quien en la séptima entrada se zambulló para evitar un inatrapable del careta Tomás Telis. Cree que eso contribuyó a su gran labor en la lomita.
“Traté en todo el juego de mantener la misma rutina de estirarme y pararme antes de pichar y creo que por eso todo salió bien”, añadió el diestro que forma parte de Leones que ahora posee un récord de 30-18 y sigue en la cima de una tabla, en la que Caribes ocupa el séptimo lugar con un saldo de 19-28.
“Lo más importante es que llegamos a las 30 victorias. Estamos celebrando el triunfo más que todo lo que pasó en el juego, porque estamos más cerca de avanzar a los playoffs. Nuestra meta es culminar en el primer lugar y lo haremos porque somos una familia. Tenemos una actitud positiva, sabemos que somos campeones y vamos a dar el todo por el todo por conseguirlo”.
Este domingo, a las 6:00 pm, Caracas y Anzoátegui cerrarán una serie de dos compromisos en Puerto La Cruz que también marcará el fin de sus actividades en la novena semana del torneo 2022-2023.