Catar rechazó las peticiones de las oenegés de crear un fondo de indemnización por los trabajadores muertos o heridos en los preparativos de la Copa del Mundo de fútbol, declaró su ministro de Trabajo.
«Esta petición (…) de una campaña de compensación es una estrategia de comunicación», aseguró Ali bin Samij Al Marri en la entrevista realizada el domingo.
Según el político, Catar ya cuenta con un fondo de destinado a los trabajadores muertos o heridos. También aseguró que el país destinaba cientos de millones de dólares a los salarios que no habían sido pagados.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch encabezaron los llamamientos a la FIFA y a Catar para crear un fondo de indemnización de 440 millones de dólares –el equivalente a los premios de la Copa del Mundo– destinado a los trabajadores.
Las oenegés han criticado de manera regular las condiciones de trabajo de los obreros movilizados en las diferentes obras de la competición, prevista en el rico emirato del Golfo a partir del 20 de noviembre.
También acusan a Catar de no informar de manera adecuada sobre el número de muertes. El gobierno rechaza los informes que aseguran que miles de personas han fallecido en accidentes en obras de construicción o han tenido condiciones de protección insuficientes durante los meses de calor.
La FIFA, la institución que dirige el fútbol mundial, aseguró que había un «diálogo continuo» sobre el fondo, pero en el primer comentario público del gobierno, Marri dijo que la propuesta era inviable.
«Cada muerte es una tragedia», afirmó el ministro del Trabajo, añadiendo sin embargo que no existe «ningún criterio para crear estos fondos».
«¿Dónde están las víctimas, tienen los nombres de las víctimas, cómo pueden obtener estas cifras?», preguntó.
Algunos líderes de sindicatos internacionales dijeron también que sería demasiado complicado crear y administrar un nuevo fondo.
Catar creó un fondo en 2018 para ayudar a los trabajadores que no han cobrado, que según el ministro ha desembolsado 320 millones de dólares solo este año.
«Si hay una persona con derecho a una indemnización que no la ha recibido, debe presentarse y la ayudaremos», dijo, añadiendo que Catar estaba dispuesto a examinar casos de hace más de una década.
«Motivaciones racistas»
El emirato del Golfo se enfrenta a una oleada de críticas desde que fue nombrado anfitrión de la Copa del Mundo en 2010. Los ataques se intensificaron este año por las condiciones de los trabajadores migrantes, los derechos de las mujeres y el colectivo LGTBQ.
El mes pasado, el emir de Catar manifestó que el país se enfrentaba a «una campaña [de críticas] sin precedentes».
Según el ministro de Trabajo, los detractores no toman en cuenta las reformas que el país ha implementado desde 2017 con la ayuda de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un organismo de Naciones Unidas.
Otros países y grupos usaron «informaciones falsas» y «rumores» para «desacreditar a Catar con afirmaciones deliberadamente engañosas», dijo.
Algunos detractores también han actuado por «racismo», denunció.
«No quieres permitir que un pequeño país, un país árabe, un país islámico, organice la Copa del Mundo», criticó.
«Conocen muy bien las reformas que se han hecho, pero no las reconocen porque tienen motivaciones racistas», alegó.
Catar se refiera a la implementación del salario mínimo, a la reducción de la dependencia de los trabajadores hacia su empleador y a las reglas de protección más estrictas durante los cálidos veranos.
La OIT afirmó esta semana que los salarios impagados eran la mayor queja de los trabajadores y que el principal reto de Catar era aplicar sus nuevas leyes.
El Ministerio de Trabajo está «centrado» en esta tarea, aseguró Marri.
Durante la Copa del Mundo, se han ordenado inspecciones laborales adicionales en hoteles y otros sectores y se han abierto más tribunales para atender las denuncias. También se cerraron 42 agencias de contratación acusadas de explotación.
Cactus24 02-11-22