El Gobierno de Rusia anunció este sábado que suspende su participación en el acuerdo que permite a Ucrania exportar sus cereales, vital para los países pobres, tras denunciar un ataque con drones contra los navíos rusos de guerra estacionados en Sebastopol, en la Crimea anexionada ilegalmente. Rusia ataca a diario infraestructura civil ucraniana con drones.
«Considerando la acción terrorista del régimen (sic) de Kiev con participación de expertos británicos contra la flota del mar Negro y contra buques civiles que brindan seguridad a los corredores de granos, Rusia suspende su participación en la aplicación del acuerdo sobre las exportaciones de productos agrícolas desde puertos ucranianos», indicó el Ministerio ruso de Defensa en Telegram.
Poco antes, Rusia había reportado que todos los drones habían sido derribados, aunque posteriormente dijo que un dragaminas había resultado con daños menores. El acuerdo para la exportación de granos fue alcanzado el 22 de julio y se extendía, en principio, hasta mediados de noviembre. Gracias a ese pacto, auspiciado por la ONU y Turquía, Ucrania pudo exportar cereales a países pobres.
Ataque terrorista «inventado”
Tras conocerse la decisión adoptada por Moscú, el jefe de gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak, acusó a Rusia de «chantaje” e «inventar ataques terroristas” en territorio ocupado, en aparente referencia a los supuestos bombardeos sufridos por los barcos de guerra rusos. Ucrania afirma que las explosiones se debieron a negligencia de los propios ocupantes.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en tanto, aseguró que el Kremlin se aferra de «pretextos» para no cumplir sus obligaciones, y llamó a la comunidad internacional a presionar a Rusia para que honre los acuerdos.
La ONU, por su parte, reaccionó señalando que se mantenía en estrecho contacto con las autoridades rusas. «Es vital que todas las partes se abstengan de tomar acciones que pudieran afectar el acuerdo, que es un esfuerzo humanitario que ha tenido un impacto positivo en el acceso a comida para millones de personas en el mundo”, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
Poco más temprano, el ministro de Agricultura de Rusia, Dmitry Patrushev, había ofrecido 500.000 toneladas de granos gratis, por los próximos cuatro meses, a los países más pobres del mundo.