La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), lanzó este miércoles la idea de topes en el precio del gas ruso y beneficios de empresas de energía con bajos costos de producción, para enfrentar los astronómicos aumentos en las facturas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que «estamos ante una situación extraordinaria» y alegó que «Rusia es un proveedor poco confiable y está manipulando nuestros mercados».
En una declaración en Bruselas, Von der Leyen propuso la adopción de un tope en el precio del gas ruso, medida que serviría para contener los precios y al mismo tiempo sancionar a Rusia por su ofensiva militar contra Ucrania.
La idea, dijo, tiene un objetivo específico: «tenemos que cortar los ingresos de Rusia, que [el presidente Vladimir] Putin usa para financiar su atroz guerra contra Ucrania», afirmó.
Como parte de su plan para frenar la disparada de los precios de la electricidad, la funcionaria alemana también lanzó la propuesta de limitar los espectaculares beneficios experimentados por empresas de energía nuclear o renovables, que tienen costos bajos de producción.
Ayudar a consumidores
En la opinión de Von der Leyen, esas firmas «están registrando ingresos inesperados, que no reflejan sus costos de producción», y por ello añadió que «ha llegado el momento de que los consumidores se beneficien» de los bajos costos de la energía de ese origen.
Por esa razón, la propuesta es «reencauzar estos beneficios inesperados para ayudar a las personas y empresas vulnerables a adaptarse» al escenario energético en el bloque.
En relación con las empresas generadoras de energía producidas con combustibles fósiles, la funcionaria agregó que «también han tenido enormes beneficios». La propuesta para esas empresas, dijo, es adoptar una «contribución solidaria».
Desde fines de 2021 los líderes de los países europeos habían encendido las luces de alarma ante el alza en los precios de la electricidad, impulsada al alza por el aumento en los precios del gas.
La crisis estalló con toda fuerza en febrero, después que Rusia (el principal proveedor de gas a Europa) inició una ofensiva militar contra Ucrania. La UE adoptó sanciones contra Rusia, que en represalia recortó drásticamente sus entregas de gas.
Advertencia rusa
En ese cuadro, la UE discute fórmulas para desvincular los precios del gas de los precios de la electricidad al consumidor, para frenar el dramático aumento en las facturas para hogares y empresas.
Poco antes de los anuncios de Von der Leyen, Putin advirtió que Rusia suspenderá el suministro a los países que adopten un tope a los precios de los hidrocarburos rusos.
«No entregaremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón (…) Nada», añadió, para no dejar dudas.
En la misma jornada, Josef Sikela, ministro de Industria de República Checa, país que ocupa la presidencia semestral de la UE, explicó ante el Senado de su país que su desacuerdo con la idea de topes al precio del gas.
«No creo que sea una propuesta constructiva. (…) Es más otra forma de sancionar a Rusia que una solución real a la crisis energética en Europa. Y no queremos preparar más sanciones ahora, queremos enfrentar la situación energética», dijo.
Cactus24 07-09-22