Tres tigres blancos de bengala (Panthera tigris) de un día de nacidos fueron presentados este martes por las autoridades del Zoológico Nacional de Nicaragua, donde por segunda ocasión en este año se registra el nacimiento de este tipo de felinos en cautiverio.
El zoológico de Nicaragua, situado 16 kilómetros al sureste de Managua, exhibió dos hembras y un macho bengala, aún sin nombres, que nacieron al amanecer de este primero de noviembre dentro del parque de animales, con buen estado de salud.
«Es un acontecimiento poco visto de tigres blancos», dijo a Efe el director de ese refugio de animales silvestres, Eduardo Sacasa.
En enero pasado se registró el primer nacimiento de una hembra bengala llamada «Nieves», sin embargo la cachorra murió pasado los cuatro meses de nacida por complicaciones de salud, sumado a que la madre la rechazó al nacer.
Estos tres bebés bengala están corriendo con la misma suerte de «Nieves», su madre primeriza de nombre «Alime», tampoco los quiere amamantar tras el parto, y los cuidadores del Zoológico tienen que asumir el rol de alimentarlos.
En ese sentido, Sacasa explicó que a estos tres bebés bengalas están dándoles «todo el seguimiento» requerido, esperando siempre que sobrevivan.
Los tres cachorros pesaron al nacer alrededor de 0,9 kilos, dijo Sacasa, que calificó como «un peso normal» y cuando crezcan espera ronden hasta los 273 kilos.
De momento las crías están siendo alimentadas cada dos horas y medias con calostro de cabra que también dieron a luz en simultáneo con la madre bengala.
Los cachorros, una especie en peligro de extinción, son hijos de un par de tigres blancos «Alimen» y «Osman», que llegaron en mayo de 2019 al Zoológico nicaragüense, procedentes de México.
Los cachorros de color blanco están marcados por una condición genética que elimina el pigmento del tradicional pelaje anaranjado de estos tigres, originarios del sureste asiático, sin afectar sus distintivas rayas negras.
Además de los tigres blancos, en el zoológico también habitan tigres de bengala, siberianos, jaguares, pumas, y leones africanos, así como felinos menores, como el tigrillo ocelote y tigrillo margay, entre otros.
El Zoológico Nacional, renombrado recientemente como Zoo Nicaragua, mantiene cientos de especies en protección, mientras esperan ser liberados.
Un total de 35 personas trabajan en el mantenimiento del centro de animales, entre guardaparques, vigilantes, conductores, área administrativa, entre otros.
Al Zoo ingresan, en promedio, unas 1.000 personas durante los fines de semana, quienes pagan simbólicamente un dólar si son nicaragüenses, o cuatro dólares si se trata de extranjeros.
EFE
Cactus24/04-11-2021