El ministro de Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, publicó un comunicado afirmando que la visita del secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, a Colombia forma parte de una estrategia sostenida de agresión en contra del pueblo venezolano.
En el texto, Venezuela exhorta al gobierno de Joe Biden a “rectificar y evitar conducir una política exterior hostil hacia Venezuela cuyo único posible resultado será caer en una nueva espiral vergonzosa de errores y fracasos”.
TEXTO ÍNTEGRO:
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denuncia ante la comunidad internacional que la reciente visita del secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Antony Blinken, a Colombia forma parte de una estrategia sostenida de agresión en contra del pueblo venezolano y sus instituciones democráticas. Es un irrespeto al hermano pueblo colombiano el uso de su territorio para agredir a Venezuela toda vez que ese país se encuentra atravesando una de las peores convulsiones sociales de su historia por causa del desgobierno del Sr. Duque, quien de manera oportunista escuda su fracaso detrás del apoyo incondicional que recibe de los Estados Unidos.
El pueblo estadounidense, a su vez, ha dado señales claras de querer dejar atrás las prácticas supremacistas, racistas y violentas del gobierno anterior que tanto deterioró su credibilidad y sus relaciones internacionales. En ese sentido, antes de levantar ataques infundados en contra de Venezuela, el secretario de Estado tendría que rendir cuentas ante su propio pueblo por la promoción y defensa inmoral de un gobierno responsable de masacres violentas. Organizaciones de derechos humanos registraron tan solo durante el reciente Paro Nacional no menos de 1.708 casos de violencia de la fuerza pública, 37 homicidios por parte de la policía, 222 víctimas de violencia policial, 831 detenciones arbitrarias contra manifestantes, 312 intervenciones violentas por parte de la fuerza pública, 22 víctimas de agresión en sus ojos, 110 casos de disparos de armas de fuego por parte de la Policía y 10 víctimas de violencia sexual. A esto se pueden sumar la desaparición forzosa de 775 personas. Esto no lo abordó el secretario Blinken en Colombia.
El secretario de Estado también tendría que rendir cuentas ante el pueblo de los Estados Unidos, por el aumento, incluso bajo el gobierno del presidente Biden, de la producción de cocaína en un país considerado aliado estratégico en la lucha contra el narcotráfico. Según la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Colombia registró un aumento récord cercano al 15% de la producción de coca entre 2020 y 2021. La producción de cocaína, a su vez, pasó de 936 a 1.010 toneladas. Este incremento también se refleja en cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que reveló en su monitoreo del año 2020, que la producción de cocaína de Colombia aumentó en 8% o unas 1.228 toneladas. Colombia representa hoy en día el 70% del suministro mundial de cocaína en el mundo.
El secretario de Estado debería explicarle al pueblo de los Estados Unidos en qué se basa su apoyo que ha permitido el incremento de la actividad paramilitar y criminal. Según el informe de octubre de 2020 del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) sobre grupos narcoparamilitares en Colombia, existen aproximadamente 200 estructuras criminales, de las cuales 11 son grupos armados con estructuras definidas. Esto correspondería aproximadamente a 2.694 criminales armados. Igualmente, en Colombia ha prosperado la presencia del crimen organizado, hasta el punto de ser considerado el segundo país más afectado por la criminalidad en todo el mundo, según el Índice Global de Crimen Organizado de 2021. El Acuerdo de Paz que tanto costó al pueblo colombiano y que tantas expectativas generó en Estados Unidos también ha sufrido por la inacción del gobierno del Sr. Duque. El secretario de Estado tendría que explicarle al pueblo estadounidense el por qué apoya a un gobierno que ha permitido el asesinato de al menos 1.111 líderes sociales, de los cuales cerca de la mitad realizaban tareas para materializar la implementación del acuerdo.
Ante esta lamentable realidad, es importante destacar que el pueblo solidario y justo de los Estados Unidos de América no eligió a un nuevo Presidente para asociarse con un gobierno criminal ni para llevar a cabo una nueva política de desestabilización en América Latina. La mayoría del pueblo estadounidense tampoco votó a favor de la apertura de nuevos conflictos ni de un incremento en la agresión contra Venezuela. Por el contrario, votó a favor de nuevas políticas que verdaderamente reflejen los valores tradicionales del respeto a la libertad y a la democracia. El gobierno actual de los Estados Unidos aún está a tiempo de rectificar y evitar conducir una política exterior hostil hacia Venezuela cuyo único posible resultado será caer en una nueva espiral vergonzosa de errores y fracasos.
CACTUS24 21-10-21