martes, abril 23, 2024
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La verdad de la honestidad por Douglas Jatem Villa

Existe un sector de venezolanos que se consideran opositores a Maduro porque lo encuentran causante de la grave destruccion de Venezuela.

En el ejercicio de su derecho, ellos promueven el voto en noviembre porque piensan que de esa manera se pueden ganar fuerzas para derrotar a Maduro, o a quien sea el candidato del gobierno, en la elección presidencial de 2024.

Aceptan que Maduro puede permanecer en la Presidencia de la República hasta la terminación del periodo constitucional en curso, y no han cuestionado su legitimidad. No obstante, no se comprende que ellos piensen que los venezolanos podemos aguantar este pésimo gobierno durante unos 3 años y medio más. Quizás deberían tomar en cuenta la posibilidad de que los opositores que conquisten algunos “cargos”en noviembre, no contarán con recursos y competencias para poder realizar gestiones en beneficio de la población, a diferencia del gobierno nacional que continuará ejerciendo el poder con la misma incapacidad. Este grupo no recibe dinero ni ayuda de alguna clase de parte del gobierno para realizar su campaña electoral.

Se conoce un segundo sector que sí recibe dinero y ayuda gubernamental para realizar su “trabajo electoral” de promover el voto en noviembre, y que procurará, en forma dispersa y desorganizada,  ganar algunos de los “cargos” en disputa a los cuales optará por su cuenta, dado que los partidos están muy disminuidos y no podrán competir en forma significativa.

Existe otro sector de venezolanos, probablemente el mayor opositor a Maduro, no solo porque lo encuentran causante de la grave destrucción de Venezuela, lo cual se traduce en ilegitimidad de ejercicio, sino también porque lo consideran ilegitimo de origen, dado que sostienen que no fue elegido correctamente presidente al terminar el periodo 2013-2019.    

Existe un cuarto grupo, el cual parece ser el mayoritario, integrado por los venezolanos sin interés en la votación en noviembre, dado que está prácticamente dedicado a sobrevivir en medio de tantas calamidades que tiene que superar. Obviamente aquí se encuentran los millones de venezolanos que han tenido que emigrar para poder sobrevivir a la catástrofe castrochavomadurista, y por ende  no votan en las elecciones estadales y municipales.

Al tratar de apreciar el efecto que tendrá el papel que jugará cada uno de estos 4 sectores en el resultado político de la votación en noviembre, se piensa que los sectores 2 y 4 no serán significativos. Respecto del 4, se cree que registrará una elevada abstención. En cuanto al sector 2, se cree que no registrará cifras de participación significativas, como tampoco lo será la representatividad de quienes resulten elegidos.

Se puede concluir que los efectos interesantes serán los correspondientes a los sectores 1 y 3. El primero, por la cifra de votantes que pueda aportar, y el otro por lo contrario, por la abstención que llegue a representar.

En todo caso, la conclusión más importante será sin duda la que se relaciona con el desenvolvimiento cercano del país, dado que no parece posible que pueda continuar funcionando, o no funcionando, como lo ha venido haciendo, durante mucho tiempo más.

El desenlace se complica ante la aparentemente insalvable barrera a la generación y concreción de un sentimiento y una participación suficientemente unitarios, para significar la fuerza requerida para imponer la mejor salida política e institucional, la cual se considera que debe ser el cambio de gobierno siguiendo el camino constitucional.

De acuerdo con esto, los venezolanos del sector 1 deberían entenderse con los del sector 3, y producir una solución cuyo mejor antecedente pudiera ser el Pacto de Punto Fijo, con algunas diferencias necesarias, especialmente en materia de la participación de la sociedad civil, dado, por un lado, la disminución real y temporal del significado de los partidos políticos en este momento, y por otro lado, la incorporación creciente que se registra en el muy mayoritario sector de la sociedad civil en comparación con la población de los partidos políticos.

Ello pudiera significar, a manera de ejemplo, que la Presidencia de la República sea ejercida  temporalmente al cambiar el gobierno, dígase durante unos 2 años,por un miembro de la sociedad civil.

Hasta este momento los partidos politicos no han podido encontrar la solución a la tragedia de los venezolanos. Quizas es momento, al menos por ahora, de encomendar esa tarea a la sociedad civil. El partido político se interesa por esencia en la conquista y ejercicio del poder, mientras que la sociedad civil se interesa mas por ser atendida.

Douglas Jatem Villa.

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