El Gobierno brasileño confirmó este viernes un caso atípico de vacas locas en el estado de Mato Grosso (centro-oeste), aunque precisó que no hay riesgo para la población y que ya notificó a la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), por sus siglas en ingles) y a los países importadores.
La res detectada con encefalopatía espongiforme bovina (EEB) -nombre científico de la enfermedad- tenía 17 años y fue sacrificada e incinerada en el propio matadero, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil.
Otros productos derivados del animal fueron identificados, localizados y aprehendidos preventivamente, por lo que no se produjo la entrada de ningún producto en la cadena alimentar humana o de animales.
«No hay, por tanto, riesgo para la población», aseguraron las autoridades brasileñas.
El Gobierno subrayó que todas las acciones sanitarias para mitigar futuros riesgos fueron concluidas antes incluso de la emisión del resultado final por parte del laboratorio de referencia de la Organización Mundial de la Salud Animal.
Las autoridades agropecuarias de Mato Grosso, estado responsable por el 20 % de las exportaciones de carne bovina en el país, iniciaron investigaciones de campo y cerraron temporalmente la propiedad de origen donde se detectó la enfermedad.
El Gobierno recordó que en más de 20 años de vigilancia de la enfermedad, Brasil tan solo registró tres casos de «mal de vacas locas» atípicos y ningún EEB clásico, una variedad que podría resultar en el cierre de todos los mercados.
La modalidad atípica de la enfermedad, señaló el ministerio, surge de manera espontánea y esporádica y no está relacionada a la ingesta de alimentos contaminados.
Según las normas de la OIE, no habrá alteración de la clasificación de riesgo de Brasil para la enfermedad, que continuará como «país de riesgo insignificante».
Brasil, la mayor economía de Suramérica, es uno de los principales exportadores de carne bovina del mundo. EFE