Los resultados provisionales confirmaron que los conservadores tradicionales liderados por Friedrich Merz ganaron las elecciones nacionales de Alemania , mientras que un partido de extrema derecha ascendió hasta convertirse en el segundo más grande del país.
La campaña estuvo dominada por las preocupaciones sobre el estancamiento que lleva años sufriendo la mayor economía de Europa y la presión para frenar la inmigración, algo que causó fricciones después de que Merz presionara con fuerza en las últimas semanas para que se adoptara una postura más dura. La campaña se desarrolló en un contexto de creciente incertidumbre sobre el futuro de Ucrania y la alianza de Europa con Estados Unidos .
Los resultados publicados por la autoridad electoral mostraron que los demócrata-cristianos de Merz y los socialdemócratas de centroizquierda obtuvieron una mayoría combinada de escaños en la legislatura nacional después de que los partidos pequeños no lograron alcanzar el umbral electoral.
Esto le da a Merz la mejor oportunidad de convertirse en el próximo canciller del país. El mismo día de las elecciones, dijo que esperaba formar gobierno a más tardar en Semana Santa.
Ha descartado una coalición con el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que ahora es el segundo partido más grande del país después de su mejor resultado histórico.
Por el momento, permanecerá en el cargo el canciller saliente Olaf Scholz , cuyo partido socialdemócrata sufrió una dura derrota.
Los conservadores de Merz ganaron 208 escaños en el Bundestag de 630 escaños, mientras que la AfD ganó 152. Los tres partidos de la antigua coalición gobernante perdieron escaños: el SDP cayó a 120 escaños y los Verdes a 85. Los Demócratas Libres pro-empresariales, que provocaron elecciones anticipadas al retirarse de la coalición, no lograron alcanzar el 5% de los votos necesarios para ganar escaños.
El partido de izquierda obtuvo 64 escaños, mientras que la izquierdista Alianza Sahra Wagenknecht quedó justo por debajo del 5%.
El domingo por la noche, la AfD se mostró exultante y sus líderes prometieron convertirse en el principal partido del país en las próximas elecciones, a medida que aumenta su atractivo. El partido antiinmigrante y de extrema derecha se ha consolidado como una fuerza política significativa en los 12 años desde su fundación, pero aún no ha formado parte de ningún gobierno estatal o nacional.
Este es el resultado de lo que a menudo se denomina un “cortafuegos” contra Alternativa para Alemania. Otros partidos dicen que no trabajarán con la AfD, que está bajo la vigilancia de la agencia de inteligencia interior por sospechas de extremismo de derecha, algo a lo que la AfD se opone firmemente. Sus filiales en tres estados del este están designadas como grupos de “extremismo de derecha comprobado”, lo que es especialmente delicado en vista del pasado nazi de Alemania.
Las elecciones se celebraron siete meses antes de lo previsto originalmente, después de que la impopular coalición de Scholz se derrumbara en noviembre, tres años después de un mandato cada vez más marcado por las luchas internas. Hubo un descontento generalizado y no hubo mucho entusiasmo por ninguno de los candidatos.
Merz dijo el domingo por la noche que su máxima prioridad es unificar a Europa ante los desafíos que vienen de Estados Unidos y Rusia. Tanto el vicepresidente JD Vance como el aliado de Trump Elon Musk apoyaron abiertamente a la AfD.
Cactus24 (24-02-2025)
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