sábado, octubre 26, 2024
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El acoso psicológico sí existe

¿Recibes abucheos, te difaman, exhiben, humillan, acechan e insultan de manera persistente? Es posible que seas acosado. Te revelamos otras señales.

El acoso psicológico puede presentarse en la familia, el trabajo, la escuela, el vecindario, las redes sociales. Sin importar el contexto, es una experiencia que afecta de manera negativa el bienestar de las personas.

Para identificarlo, es necesario estar atento al estado de ánimo, a las conductas de los demás y a los malestares físicos y psicológicos que esta situación genera. Con tal propósito, en este artículo, explicaremos las maneras de reconocerlo, sus causas, consecuencias y cómo afrontarlo.

¿Qué es el acoso psicológico?
Antes de precisar esta forma de acoso, es crucial conceptualizar un término clave que hace parte de su definición: el maltrato psicológico. En su libro El maltrato psicológico (2018), José Luis de Rivera lo entiende como una interacción dañina a nivel afectivo en la que se presentan algunos de los siguientes comportamientos:

*Insultos, amenazas, ridiculizaciones, humillaciones, rechazos, persecuciones, acechamiento.
*Provocación de sentimientos desagradables, como temor, tristeza, preocupación, inseguridad y confusión.
*Saboteo de actividades o tareas, perturbación de las dinámicas mentales, sobrecarga con exigencias o expectativas irrealizables.

Cuando esta clase de maltrato es continua, repetitiva, intensa, deliberada y se produce en una situación que es difícil de eludir, se llama acoso psicológico. Puede darse entre personas o entre grupos, como familias y organizaciones.

¿Cómo identificar el acoso psicológico?
Reconocerlo quizás sea todo un reto, porque no tiene una manifestación física. No obstante, es posible identificar el hostigamiento psicológico mediante las señales que deja en los planos social, emocional y conductual. A continuación, te presentamos algunos consejos para que lo puedas distinguir.

Examina tu estado de ánimo
Las emociones son el reflejo de la manera en que experimentas el mundo y tus relaciones interpersonales. Préstale atención porque ayudan a identificar el acoso. Si sientes ansiedad, depresión, inquietud, soledad y estrés, podrías ser víctima de un acosador psicológico.

Observa las conductas de los demás
La conducta es la principal vía por la que se expresa el acosador. Entre los comportamientos que destacan encontramos intimidaciones, control, descalificaciones, críticas, insultos. También apela a burlas, difusión de chismes, amenazas y similares.

Tienes sentimientos de soledad
El maltrato provoca sensación de rechazo y exclusión de tu grupo de pares o de colegas. Como consecuencia, sientes soledad, aislamiento y desarraigo. Además, si tienes temor ante la idea de estar con alguien o con un grupo de personas, es posible que seas una víctima.

Experimentas malestares físicos
Si bien es cierto que este acoso no genera un daño directo sobre el cuerpo, puede tener efectos secundarios sobre él. Algunas manifestaciones físicas son dolores de cabeza, musculares o tensión; problemas digestivos y cardíacos, debido al estrés prolongado; insomnio.

¿Cuáles son los tipos de acoso psicológico?
Ser acosado/a en el plano psicológico se manifiesta en diferentes formas, relaciones y contextos. Con base en todo esto, podemos clasificarlo en las siguientes categorías.

  1. Gaslighting o «luz de gas»
    El gaslighting es tipo de abuso psicológico que consiste en manipular al acosado para que dude de sus experiencias, percepciones e interpretaciones que hace de los acontecimientos. Es una forma de hacer creer al otro que está «loco». Para detectarlo, observa estas conductas en el acosador:

Culpa a la otra persona.
Niega que dijo o hizo algo.
Miente para confundir al acosado.
Crea confusión y dudas en la mente de su víctima.
Invalida y desacredita las emociones e interpretaciones del otro.

  1. Acoso sexual
    Este es un conjunto de conductas y actitudes de naturaleza sexual que incomodan, molestan o humillan. Se puede usar con fines sexuales o para intimidar, agredir u ofender.

Abucheos
Solicitud de favores sexuales
Miradas sexualmente sugerentes
Comentarios sexuales sobre el cuerpo
Acecho o exhibición de órganos sexuales

  1. Mobbing o acoso laboral
    El mobbing se da cuando una persona o un grupo hostiga, intimida o afecta a otra en el ámbito laboral. Es un patrón en el que arrastran a la víctima a una posición de indefensión y desvalimiento. Para identificarlo, préstale atención a estas señales:

Gritar, insultar y amenazar.
Hacer sentir estúpido al trabajador.
Criticar la vida privada del empleado.
Hablar mal de la persona a su espalda.
Inventar y difundir rumores o chismes.
Atacar las creencias políticas y religiosas.
Asignar tareas degradantes y sin sentido.
Evitar hablarle al trabajador y mirarlo con gestos de repudio.

  1. Acoso institucional
    Para José Luis de Rivera, este acoso ocurre si un grupo persigue, agravia o presiona psicológicamente a uno o varios miembros con la complicidad del resto que acepta esa dinámica como necesaria para la estabilidad interna del equipo. El hostigamiento le permite al colectivo conservar su unidad, identidad y control.

Se trata de acciones que protegen organizaciones corruptas y decadentes. Algunos signos para identificarlo son los que pasamos a listar:

Persecución.
Complicidad grupal.
Amenazas, humillaciones y hostigamiento.
Protección institucional mediante el maltrato psicológico repetitivo.
Búsqueda del mantenimiento del status quo corrupto de la institución.

  1. Acoso escolar
    El bullying es un patrón repetido y deliberado de comportamiento agresivo o hiriente en la escuela, dirigido a personas menos poderosas. Puede presentarse con maltratos físicos y psicológicos. Con respecto a esto último, se expresa de este modo:

Insultos, burlas y gritos
Amenazas e intimidaciones
Manipulaciones y chantajes
Humillación y ridiculización

  1. Ciberacoso
    El acoso cibernético responde a un conjunto de conductas a través de las cuales un sujeto, grupo u organización emplea las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) para hostigar alguien. La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de la Igualdad de España presenta las siguientes conductas como parte del ciberacoso:

Amenazas y falsas acusaciones.
Uso de información privada para chantajear a la víctima.
Suplantación de la identidad, usurpación de datos personales.
Daños al ordenador de la víctima, vigilancia de las actividades de la víctima.

  1. Acoso inmobiliario
    En este se atosiga a una persona para que no disfrute la vivienda en la que está. El acosador perturba la tranquilidad del habitante de la casa o apartamento y crea un ambiente desfavorable. Entre las principales señales de esta persecución destacan:

Daños en la propiedad privada.
Invasión de la privacidad del inquilino.
Difusión de chismes sobre el habitante de la casa.
Ruidos fuertes que perturban la serenidad del acosado.
Comentarios despectivos o intimidantes sobre el acosado.

Causas del acoso psicológico
De acuerdo con José Luis de Rivera (2018), además del entorno, existen factores asociados a esta clase de ataque y se relacionan con el acosador y con el acosado. Veamos cada uno.

Factores que dependen del acosador
La personalidad del acosador tiene una influencia esencial para que se genere el hecho. Estas personas tienden a ser narcisistas y paranoides, convenciéndose así de sus actividades acosadoras.

Control: son individuos controladores. Mediante la manipulación y la coerción, intentan ejercer dominio de sus víctimas.
Mediocridad: los acosadores suelen no buscar la excelencia y tampoco la estimulan en los demás. Por eso, nunca reconocen los éxitos ajenos.

Envidia: para el acosador, el acosado es su enemigo, es alguien a quien envidia porque percibe que tiene cualidades superiores. El sufrimiento del otro es fuente de goce para él.

Factores que dependen del acosado

Los siguientes factores no son causas directas del acoso, más bien son cualidades de la víctima que el acosador usa para maltratarla.

Dependencia afectiva activa: el afán de aprobación, el miedo al rechazo, la necesidad de validación y seguridad pueden hacer que la persona dependiente acepte y normalice el ataque para conservar la relación que tiene con el acosador.
Autenticidad: este rasgo se convierte en un factor de riesgo, porque el acosador quizás lo tome como una amenaza para su necesidad de control. Además, frente a la autenticidad, el victimario ejercería mayor presión para dominar a su víctima.
Inocencia psicológica: la persona inocente tal vez pase por alto las intenciones de los demás, lo que hace que subestime la maldad, las actitudes y las conductas negativas del acosador. Así facilita que este último continúe con su maltrato persistente.

Para hacerle frente es imprescindible identificarlo. Una manera de reconocer el acoso es estar atento a las señales que aquí te compartimos. Por fortuna, quienes son víctimas de acosadores tienen la posibilidad de recibir asistencia psicológica y legal; esta una manera de luchar y salir de ello.

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