Un joven de 20 años se convirtió en la primera persona de Uganda en ser acusada de «homosexualidad con agravantes» en virtud de la nueva ley antigay que rige en el país, informó el lunes Reuters.
En mayo, el presidente de la nación africana, Yoweri Museveni, promulgó una ley contra la homosexualidad que permite castigar a los miembros de la comunidad LGBT con decenas de años de prisión, cadena perpetua e incluso con pena de muerte en función de la gravedad de la infracción. La polémica legislación incluye la prohibición de promover e instigar la homosexualidad, así como de conspirar para cometer actos homosexuales. Sin embargo, identificarse como gay no es un acto penalizado
Según el documento de formulación de cargos visto por la agencia, el joven fue acusado a mediados de agosto tras «mantener relaciones sexuales ilícitas» con un hombre de 41 años. No obstante, no se especificó por qué el acto se consideró agravado.
«Dado que se trata de un delito punible con la pena capital que puede juzgar el Tribunal Superior, se le leyeron y explicaron los cargos en el Tribunal de Magistrados el día 18 y se le impuso prisión preventiva», declaró a Reuters Jacqueline Okui, portavoz de la oficina del director de la fiscalía. La funcionaria añadió que no tenía conocimiento si alguien había sido acusado anteriormente de «homosexualidad agravada».
Justine Balya, abogada del joven, cree que toda la ley es inconstitucional. Asimismo, reveló que otras cuatro personas han sido acusadas bajo la reciente normativa, pero que su cliente era el primero en ser procesado.
Además, la nueva ley se ha enfrentado a una oleada de críticas desde su adopción. Así, en respuesta, el Banco Mundial decidió suspender la financiación pública a Uganda a principios de este mes. Por su parte, Estados Unidos impuso restricciones de visado a ciertos funcionarios ugandeses, mientras que el presidente Joe Biden ordenó una revisión de la ayuda estadounidense al país africano.
Uganda se ha abstenido de llevar a cabo ejecuciones durante aproximadamente 20 años, pero la pena de muerte sigue vigente.