Diez millones de niños de Burkina Faso, Malí y Níger necesitan urgentemente asistencia humanitaria, el doble que en 2020, debido a la intensificación de los conflictos, advirtió Unicef este viernes.
Burkina Faso, escenario de dos golpes de Estado militares en 2022, está atrapado desde 2015 en un espiral de violencia yihadista que comenzó en Malí y Níger unos años antes y se extendió más allá de sus fronteras.
Casi cuatro millones de niños se encuentran amenazados en estos países, según Unicef.
«El año 2022 fue particularmente violento para los niños de Sahel central. Todas las partes en el conflicto deben poner fin urgentemente a los ataques contra ellos, pero también contra sus escuelas, centros de salud y hogares», expresó la directora regional de Unicef para África Occidental y Central, Marie Pierre Poirier.
Según la organización, los grupos armados opuestos al sistema educativo administrado por el Estado queman y saquean los establecimientos escolares, pero también amenazan, secuestran y ejecutan a los profesores.
Cactus24 17-03-23