El tercer desafío de la Gran Final de la LVBP, que se jugó nuevamente bajo un marco magnífico en el Estadio Universitario, donde reinó el buen beisbol, tuvo un desenlace feliz para el conjunto Tiburones de La Guaira, que se impuso de manera categórica 7 a 1 a Leones del Caracas para descontar en una serie en la que todavía se encuentra en desventaja, aunque ahora por apenas un triunfo.
A diferencia como ocurrió en los dos primeros careos de la instancia decisiva, en los que ninguno de sus escopeteros abridores pudo completar siquiera cuatro entradas, el club salado se escudó en una gran faena del refuerzo magallanero Erick Leal en la lomita, para contener la artillería pesada que venía exhibiendo la escuadra del dugout de enfrente y así poder salir adelante con una ejecución en la que todos los factores predominantes jugaron un papel preponderante: buen pitcheo, oportuno bateo y solvente defensa
Con la garantía de Leal en el morrito, a la ofensiva guairista le era indispensable atacar temprano en el compromiso, sobre todo porque enfrente tenían a un lanzador como J. C. Ramírez, quien venía de presentaciones dubitativas.
Maikel García cumplió a cabalidad la labor de un primer bate. Lideró la primera arremetida con un infieldhit a segunda base. Tal y como lo ha hecho en su transitar por todo el campeonato, sacó provecho de su velocidad para estafarse la segunda base y luego la tercera en medio de los dos outs que pudo sacar Ramírez antes de que Balbino Fuenmayor lo descifrara con un doblete al sector izquierdo, que inauguró la pizarra.
Después de un segundo capítulo sin incidencias, La Guaira volvió a embestir en la parte baja del tercero ante el propio nicaragüense y otra vez Maikel García como protagonista, con otro inatrapable dentro del cuadro después de un out. Franklin Barreto lo siguió con tubey para colocar hombres en tercera y segunda base. Danry Vásquez surgió y sacó un imparable hacia el gramado izquierdo, con el que llevó a García hasta el plato y a Alguacil hasta el morrito para apear del compromiso a Ramírez.
Yoimer Camacho se hizo cargo y con solo un pitcheo, obligó al peligroso Fuenmayor a rodarla para dobleplay y acabar con la arremetida salada, al menos por ese tramo del partido, porque en el cuarto, ya con el grandeliga Carlos Hernández en el centro del diamante por Leones, Tiburones ampliaría la ventaja gracias a soberbio cuadrangular del zurdo Wilson García, en su regreso a la titularidad tras la salida de Ronald Acuña Jr.
“Desde el inicio de mi carrera he sido agresivo con los pitcheos rápidos. La confianza de Henry (Blanco) y de todo el equipo entero, todas las cosas buenas que estamos viviendo, eso es lo que inspira a uno a aportar su granito todos los días para tratar de ganar los juegos, que al final es lo más importante”, contó García.
Como buenos Tiburones que huelen sangre y no dudan para devorar su presa, los de La Guaira no iban a detener su acometida contra el pitcheo caraquista y en el cierre del quinto acto pisaron el plato un par de veces más, después de que Ehire Adrianza, Franklin Barreto y Danry Vásquez conectaron sendos dobletes como antesala a un sencillo remolcador del productivo Fuenmayor.
Mientras todo esto sucedía y sus compañeros le causaban estragos al rival, Erick Leal mostraba su pergamino que lo adjudican como uno de los mejores lanzadores de todo el circuito en las últimas tres contiendas, al domar a las fieras felinas a tal punto, de que solo le pudieron conectar tres imparables en seis innings de labor, en los que obsequió dos bases por bolas y ponchó a cuatro.
El mánager Henry Blanco no desperdició la oportunidad que le concedía el hecho de mantenerse arriba por un score amplio para darle actividad a un brazo importante de su esquema como lo es el importado Nate Antone, que no había mostrado su mejor versión durante sus dos salidas previas y este mostró un progreso importante para el cuerpo técnico al sacar los tres outs el octavo inning por la vía rápida del uno, dos y tres, con un abanicado y solo 10 envíos al plato.
Edubray Ramos, cerrador designado por Tiburones hizo su estreno en la Gran Final y tras un leve parpadeo que significó un doble de Isaías Tejeda y un posterior hit de Niko Vásquez, ninguno con incidencia en el marcador, pudo sellar el lauro y ver como la local afición guairista pudo festejar finalmente, después de un inicio de semana lleno de sinsabores.
“Lo importante es siempre sumar. Cuando son juegos clave como los de una final, no puedes pensar uno en solamente, dar un jonrón y hacer swing grande. Hay que hacer ajustes, porque los pitchers rivales también lo estudian a uno y más delante un gran rival como lo es Leones. Los márgenes de error del pitcheo van a ser mínimos y tienes que estar preparado para aprovecharlo. Este es un equipo bastante alegre. Un equipo unido que viene de dos derrotas en las que no jugamos mal, aunque el día de hoy salimos más enfocados. Contento que en la personal me está yendo bastante bien, he contribuido con el equipo en cuanto a la ofensiva. Sin embargo, lo más importante que estábamos buscando era una victoria”, exclamó Balbino Fuenmayor, el más productivo de la jornada al finalizar de 4-3, con un par de remolcadas.
Erick Leal se alzó con su primer lauro en una gran final, mientras que J. C. Ramírez cargó con el descalabro, el cuarto para él en la actual postemporada de la LVBP.
Prensa LVBP
Cactus24//27-01-2023