La princesa del pop, Britney Spears, ha compartido este martes otra extensa grabación contra sus dos hijos, Sean Preston y Jayden James, de 16 y 15 años, respectivamente, luego de las duras declaraciones que ofreció el segundo durante la entrevista que concedió recientemente junto a su padre, Kevin Federline.
Al menor de los hijos de la artista no le tembló el pulso cuando criticó a su progenitora por los vídeos, a su juicio inapropiados y subidos de tono, que la diva del pop suele compartir en sus redes sociales, liberada ya de la opresiva tutela legal a la que se vio sometida durante más de 13 años. En su perfil de Instagram, Britney ha sacado a relucir ahora su carácter más combativo para defenderse de esos ataques y, de paso, describir a sus hijos como unos desagradecidos e interesados.
«Entiendo perfectamente por qué mi familia tiene problemas con el hecho de que haga lo mío, porque nunca antes había tenido oportunidad de hacerlo», arranca en el archivo de audio que ha publicado en su plataforma. «Así que, Jayden, cuando desprecias mi comportamiento, como ha hecho siempre mi familia, y dices: ‘Ojalá mejore, rezaré por ella’, ¿a qué te refieres? ¿Rezar para qué? ¿Para que siga trabajando y pagar así las deudas de mamá y su casa? ¿ustedes quieren que mejore para que pueda seguir dándole a su padre 40.000 dólares al mes? ¿O habéis decidido ser así de odiosos porque en dos años se les acabó la facilidad y puedem quedarse sin nada?», ha reprochado.
La artista estadounidense ha reconocido que, como cualquier otro ser humano, no es «perfecta» y no siempre ha podido estar a la altura de sus responsabilidades como progenitora. Sin embargo, Britney no piensa consentir a ningún miembro de su conflictiva familia, sus niños incluidos, que traten de minar su derecho a ser ella misma y a vivir en función de sus propias normas, especialmente porque Preston y Jayden tampoco han sido lo suficientemente considerados con ella durante estos últimos y caóticos meses.
«Tu hermano y tú se iban de casa dos horas antes. Y durante su tiempo allí, Preston solo dormía y Jayden se dedicaba a tocar el piano constantemente. Y si no los cubría de regalos y les tenía preparada la mejor de las comidas, o no me comportaba todo el rato como una maldita santa, nunca era lo suficientemente buena para ustedes. El día que los miré a la cara, directamente a los ojos, y les dije: ‘Quiero verlos más’, llamaste a su padre y no los volví a ver», ha revelado una indignada y dolida Britney.