Este Domingo de Resurrección, 17 de abril, el Papa Francisco pidió paz por la martirizada Ucrania en su Mensaje de Pascua pronunciado antes de impartir la bendición Urbi et Orbi a 100 mil personas reunidas en los alrededores del Vaticano.
“Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada”, afirmó el Santo Padre desde el balcón central de la fachada de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Después de celebrar la Misa por el Domingo de Resurrección y recorrer con el papamóvil para saludar a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y la Vía de la Conciliación, el Pontífice pronunció su importante Mensaje de Pascua.
Al referirse a la actual guerra en Ucrania, el Papa pidió que “un nuevo amanecer de esperanza despunte pronto sobre esta terrible noche de sufrimiento y de muerte”.
“Que se elija la paz. Que se dejen de hacer demostraciones de fuerza mientras la gente sufre. Por favor, por favor, no nos acostumbremos a la guerra, comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles, paz”, exhortó.
Luego, el Santo Padre dijo “llevo en el corazón a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados y desplazados internos, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, a las vidas destrozadas y a las ciudades arrasadas. Tengo ante mis ojos la mirada de los niños que se quedaron huérfanos y huyen de la guerra”.
“Que los responsables de las naciones escuchen el grito de paz de la gente, que escuchen esa inquietante pregunta que se hicieron los científicos hace casi sesenta años: ‘¿Vamos a poner fin a la raza humana; o deberá renunciar la humanidad a la guerra?’”, indicó el Papa citando el “Manifiesto Russell- Einstein” del 9 julio 1955.
Sufrimiento de los niños
Además, el Santo Padre lamentó el sufrimiento de numerosos niños “que se quedaron huérfanos y huyen de la guerra” y añadió que “mirándolos no podemos dejar de percibir su grito de dolor, junto con el de muchos otros niños que sufren en todo el mundo: los que mueren de hambre o por falta de atención médica, los que son víctimas de abusos y violencia, y aquellos a los que se les ha negado el derecho a nacer”, recpge Aciprensa.