Un familiar de uno de los niños mexicanos que fueron rescatados del crimen organizado tras ser engañados a través de videojuegos relató a RT cómo hicieron para dar con los menores y advirtió sobre la necesidad de supervisar las actividades virtuales de los hijos, porque son «fáciles de enganchar» por los criminales.
Los menores, de entre 11 y 14 años y originarios del municipio de Tlacolula de Matamoros, fueron rescatados en una casa de la localidad de Santa Lucía del Camino, en Oaxaca.
«Empezamos a buscarlo por todos lados […] No lo encontramos hasta que nos contesta y nos dice que ya no están en Tlacolula, que ya los llevan a trabajar», contó el familiar bajo condición de anonimato, debido a las amenazas de muerte que han recibido los parientes de los menores.
Tras ese contacto, empezaron a rastrearlo y vieron que el niño estaba en línea en el videojuego ‘Free Fire’. Las investigaciones sobre esta actividad virtual arrojaron la ubicación de los menores. Estos habían sido contactados a través de dicho juego y por esa misma vía se les ofreció trabajar como vigilantes e informantes del crimen organizado.
En el domicilio del rescate se encontraban tres adultos, pero solo uno de ellos fue detenido. La mujer que había comprado los boletos de autobús para los menores y el hombre que los reclutó a través del videojuego quedaron en libertad.
«Tenemos sentimientos encontrados. Por una parte estamos contentos, porque nos movimos muy rápido y pudimos encontrarlo. Pero por otra parte, no estuvo tan claro lo de la detención, porque creo que la Policía tenía que haber agarrado a todas las personas que se encontraban en ese domicilio hasta que se aclarara todo el asunto», dijo el familiar.
El riesgo de videojuegos y redes sociales
Además, instó a los padres de familia a supervisar las actividades de sus hijos en los videojuegos y redes sociales, debido a que a través de esos medios es «muy fácil enganchar a los niños».
«Lamentablemente, la pandemia vino a cambiar muchas cosas y ahora sus amigos son virtuales, no los conocemos físicamente. Entonces es fácil engancharlos, y más si un niño nunca ha visto 8.000 o 10.000 pesos [unos 395 y 495 dólares, respectivamente] en una sola exhibición, se le hace muchísimo y piensa que con ese dinero puede ayudar a su familia», advirtió.
La experiencia de los menores rescatados ha sido traumática para ellos. El entrevistado reveló que el niño «está todavía en ‘shock'» y que le da miedo salir de casa porque «ya no puede seguir su vida normal en este momento».