Uno de los monumentos naturales más importantes del estado Trujillo está siendo consumido por el fuego, la llamada Teta de Niquitao, uno de los pulmones vegetales y de las montañas más altas de Venezuela sufrió las terribles consecuencias de un devastador incendio, que se presume fue provocado, el clima del páramo no causa incendios, pero la brisa propaga el fuego de manera veloz. –
Según el portal de Noticias Momoy la situación cubrió de humo a la población de Niquitao y dejó completamente quemada la fauna y flora de lo que se supone es un «espacio protegido» al ser un área de alto valor en el ecosistema trujillano.
Entre los afectados está el apreciado frailejón, que existe sólo en Venezuela, Colombia, y el norte de Ecuador, pertenecen a la familia Compositae, que incluye otras plantas como las margaritas y el girasol, dicen que su nombre popular, frailejón, surgió de la imaginación de algunas personas al comparar su apariencia con la figura de un corpulento fraile encorvado entre la niebla.
Lo lamentable del incendio forestal es que el frailejón tiene un proceso lento de crecimiento, pues cada planta tarda en crecer un centímetro por año, llegando a alcanzar una altura de dos a tres metros, pueden llegar a tener 200 a 300 años, plantas que ya no se recuperaran de igual forma jamás.
Los frailejones son fundamentales pues son claves en el proceso de captar agua en época de lluvias y liberarla en tiempos de sequía, adicionalmente, permiten la circulación de agua que, posteriormente, va a parar en los ríos y quebradas, evitan la erosión al permitir la absorción de la humedad, y la protección de las nacientes de ríos y lagunas de origen glaciar, lo que contribuye a reducir el impacto del calentamiento global.
Las autoridades piden más conciencia con la naturaleza y la población pide todo el peso de la ley a los criminales que han destruido uno de los pilares ambientales de Los Andes venezolanos.
Cactus24 (09-03-2020)
