El miércoles 22 de agosto, unos jóvenes que hurgaban en un terrero que funciona como basurero en el sector Los Potocos III, detrás de la Distribuidora Sal Bahía, ubicado en las afueras de Barcelona estado Anzoátegui, hallaron en el interior de un carro dos personas calcinadas. Para el momento se desconocían las identidades, pero luego de los estudios a los que fueron sometidos los restos encontrados, se determinaron los nombres de ellos.
Las víctimas en vida respondían a los nombres de Alberto José Gil Urdaneta (34), comerciante y Josefina Guzmán Giron (34), ama de casa. Se conoció mediante una fuente del Cicpc que ambos eran esposos y residían en la zona centro del estado, específicamente en Anaco.
El informante de la policía científica que declaró extraoficial dijo que por la forma en cómo ocurrieron los hechos podría tratarse de un “tumbe de droga o de dinero», cuyos autores materiales quisieron demostrar a través de ese atroz crimen lo que le puede suceder a los que se “comen la luz” en el mundo hamponil.
Salieron a comprar
Se conoció que la pareja había salido desde su domicilio para Barcelona a comparar unas cosas y sus familiares no supieron más de ellos hasta que realizaron el hallazgo de sus cuerpos, totalmente calcinados.
Alberto José y Josefina fueron ubicados en un vehículo Renault Symbol, placa AC582NE. La mujer estaba en la maleta del automotor mientras que el hombre en los asientos de atrás.
Se presume que a las víctimas las prendieron en candela estando aún con vida entre las 4:00 am y 6:00 am del día en que los encontraron porque algunas piezas humanas aún humeaban.
Autoridades del Cicpc investigan el entorno familiar y amigos de Gil y Guzmán, al igual que las actividades a las que se dedicaban para determinar si guardaban vínculo con una mafia.
Cactus24 (23-08-2019)