Al menos 207 personas murieron y 450 resultaron heridas en la cadena de explosiones ocurridas este domingo en Sri Lanka en cuatro hoteles, tres iglesias y un complejo residencial.
El número de muertos asciende ahora a 207 y el de heridos a 450, afirmó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, en una rueda de prensa en Colombo.
Tras las ocho explosiones, el gobierno ha decretado el estado de emergencia y la policía ha impuesto el toque de queda con efecto inmediato ante el temor a nuevos ataques.
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8:45 am en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en Batticaloa, en el este de la isla.
La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo, en tanto que la octava y última, hasta el momento, tuvo lugar en un complejo de viviendas en la zona de Dermatagoda, también en la capital, sin que hayan trascendido más detalles.
Imágenes difundidas por los medios locales y en las redes sociales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.
Por ahora, ninguna persona ni grupo armado ha reclamado la autoría de los ataques coordinados, mientras las autoridades insisten en prestar mucha atención a la difusión de noticias falsas que puedan generar confusión o actos de represalia contra algún grupo étnico o religioso.
Según algunos medios, WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente, mientras otras fuentes indican que las redes móviles e Internet están saturadas y apenas funcionan.
«Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores», aseguró el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en un mensaje a la nación, en un país en el que han sido frecuentes los choques comunales como reacción a sucesos violentos.
El Ministerio de Educación ha anunciado el cierre de todos los colegios del país mañana y el martes y desde el Banco Nacional de Sangre se ha pedido a los ciudadanos que dejasen de acudir en masa a donar, que contaban ya con suficientes reservas.
La comunidad internacional ha reaccionado con conmoción ante la tragedia, que han lamentado los mandatarios y autoridades de países vecinos, como la India, Pakistán e Indonesia, pero también de la Unión Europea (UE), Alemania, Bélgica, Holanda, España, Austria y Turquía, así como las Iglesias cristianas en Tierra Santa.