A la orden de la Fiscalía 14 del Ministerio Público (MP) del estado Anzoátegui quedaron los hermanos Luis Aníbal Navarro Infantes, de 23 años de edad, y Rosianni del Valle Navarro Infantes, de 23 años, por su presunta participación en la muerte del productor agrario y padre de ambos, Aníbal José Navarro (62).
Las pesquisas iniciadas por funcionarios adscritos al Eje de Investigaciones contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Panales y Criminalísticas (Cicpc) subdelegación Anaco determinaron que los hombres planificaron y ejecutaron la muerte de su progenitor en la finca de éste, llamada La Alegría, ubicada en el sector La Pichera del municipio Santa Ana.
La causa que llevó a los hermanos Navarro a asesinar a Aníbal fue porque este les negaba dinero.
El 13 de noviembre de 2018, a los detectives le informaron el hallazgo de un cadáver descompuesto que yacía en unos matorrales, el cual sería el propietario del fundo antes señalado. Al llegar al sitio, los investigadores colectaron al lado del muerto un arma blanca y demás evidencia de interés criminalístico.
Fuentes que conocen del caso, pero que no quisieron revelar su identidades, contaron que Luis Aníbal fue sometido a un interrogatorio en el cual expuso que creía que a su padre le había dado un infarto y que cuando cayó al suelo, se habría enterrado en la boca un machete, el cual usaba para limpiar maleza.
Las declaraciones no fueron contundentes como para convencer a los funcionarios, de aquel parricidio. El director nacional del Cicpc, Douglas Rico, a través de su cuenta de Instagram señaló a Luis Aníbal como autor principal, mientras que a su pareja sentimental y a su otra hermana, Ruinelly Alejandra Marín (19) y Melianni del Valle Navarro (18) – buscadas por la justicia- planearon el homicidio.
Lo buscó y lo mató
Según las pruebas forenses a las que fue sometido el cadáver del productor agropecuario, a él lo habrían matado el 10 de noviembre.
Ese día, su hijo lo había buscado por toda la finca pero no lo encontraba. Por lo que Luis Aníbal optó en salir hacia los terrenos, y cuando observó a su padre en una zona boscosa y de espalda, le propinó un tiro con una escopeta en la región del cuello que le salió por la boca.
Al señor Navarro se le fue la vida de manera instantánea. Las acciones que planearon desde hacía tiempo una nuera y tres hijos, se había materializado, sin pensar que dos meses después, aquel parricidio lo esclarecería detectives de la Subdelegación Anaco del estado Anzoátegui.
Isaías Guzmán
