El módulo de aterrizaje Blue Ghost de Firefly Aerospace aterrizó con éxito en la Luna, en un momento crucial para los viajes espaciales privados.
Del tamaño de un automóvil compacto, el módulo de aterrizaje de cuatro patas transporta 10 cargas científicas y utilizó 21 propulsores para guiarse hasta el aterrizaje cerca de un antiguo respiradero volcánico en el Mare Crisium, una gran cuenca en la esquina noreste del lado de la luna que mira hacia la Tierra.
Lleva a bordo una aspiradora para succionar el polvo lunar para su análisis y un taladro para medir temperaturas a una profundidad de hasta 3 metros. También lleva a bordo un dispositivo para eliminar el polvo lunar abrasivo, una plaga para los caminantes lunares de la NASA de hace mucho tiempo, que lo tenían incrustado en sus trajes espaciales y equipos.
Las demostraciones deberían durar dos semanas antes de que finalice el día lunar y se apague el módulo de aterrizaje.
Un aterrizaje suave y en posición vertical convierte a Firefly, una startup con una década de existencia, en la primera empresa privada en poner una nave espacial en la Luna sin que se estrellara ni cayera. El módulo de aterrizaje fue lanzado a mediados de enero.
El Dr. Joel Kearns, administrador asociado adjunto de la NASA, dijo que esta zona era de «gran interés científico» pero también «un lugar muy alcanzable para aterrizar».
Firefly se convierte en la segunda empresa privada en lograr un aterrizaje suave en la Luna, después de que el módulo de aterrizaje Odysseus de Intuitive Machines, con sede en Houston, hiciera un aterrizaje suave y desequilibrado el año pasado.
Cactus24 (02-03-2025)
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