Estados Unidos afirmó el lunes que quiere que la guerra entre Israel y Hezbolá termine «lo antes posible» y reclamó que se aplique una resolución de la ONU que obligaría al grupo armado a retirarse del sur de Líbano.
El enviado estadounidense Amos Hochstein mantuvo conversaciones en la capital de Líbano con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, aliado de Hezbolá, en un esfuerzo por poner fin a una guerra que desde hace casi un mes ha dejado más de 1.470 muertos en Líbano.
El Ministerio de Salud libanés reportó el lunes seis muertos, incluido un niño, en un bombardeo israelí en la ciudad de Baalbek, en el este, además de la muerte de cuatro rescatistas en las últimas 24 horas en el sur del país.
«Vincular el futuro de Líbano a otros conflictos en la región no era ni es de interés para el pueblo libanés», dijo Hochstein, refiriéndose a una demanda de Hezbolá de que cualquier alto el fuego en Líbano esté vinculado al fin de la guerra en la Franja de Gaza.
Hochstein también aseguró que la resolución 1701 de la ONU, que puso fin en 2006 a la guerra entre Israel y Hezbolá, movimiento respaldado por Irán, debería ser la base para un nuevo alto el fuego.
Sin embargo, «nadie hizo nada para implementarla», por lo que acatarla «no es suficiente» y las partes en conflicto tendrán que aceptar nuevos compromisos, agregó.
Según la resolución 1701, solo el ejército libanés y la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, la Finul, pueden desplegarse en las zonas al sur del río libanés Litani, cerca de la frontera israelí.
A pesar de esa resolución, Hezbolá sigue presente en el sur de Líbano y en octubre del año pasado comenzó a lanzar ataques transfronterizos contra Israel, en apoyo de su aliado palestino Hamás.
La semana pasada, el primer ministro Najib Mikati dijo a AFP que su gobierno estaba listo para reforzar la presencia del ejército en el sur del Líbano si hay un alto el fuego.
Nueva gira de Blinken
Los enfrentamientos a ambos lados de la frontera libanesa comenzaron después del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes y que incluye los rehenes que murieron en cautiverio en Gaza.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque, 97 permanecen cautivas en Gaza, de las que 34 fueron declaradas muertas por el ejército.
El ataque desencadenó la guerra en Gaza que ha matado a 42.603 personas, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud en el territorio dirigido por Hamás, unas cifras que la ONU considera confiables.
En septiembre, Israel expandió el conflicto a Líbano, prometiendo combatir a Hezbolá hasta que asegure su frontera norte, pero el movimiento libanés indicó que no cesará su lucha hasta que se alcance un alto el fuego en Gaza.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, iniciará el martes una nueva gira en Oriente Medio para intentar reimpulsar las negociaciones y evitar una escalada regional, después de que Israel prometiera responder a un ataque de Irán con misiles contra su territorio el 1 de octubre.
La policía israelí anunció el lunes que detuvo a siete israelíes acusados de espionaje en nombre de Teherán, en «uno de los casos más graves de los últimos años», según el Ministerio de Justicia.
Por otra parte, Israel bombardeó sucursales de la organización financiera Al Qard Al Hasan, vinculada a Hezbolá, a la que acusa de financiar el armamento del grupo.
Los ataques israelíes alcanzaron sedes de Al Qard Al Hassan en las ciudades de Nabatieh y Tiro, según la agencia de noticias libanesa Ani.
Hezbolá siguió disparando cohetes contra el norte de Israel, que fue blanco de «decenas de proyectiles» el lunes, según el ejército israelí.
El tráfico aéreo se interrumpió brevemente en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, cuando el ejército israelí informó que interceptó cinco drones sobre el mar Mediterráneo antes de su entrada en territorio israelí.
Tras haber debilitado al movimiento islamista palestino Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones a Líbano, con el objetivo de permitir que unos 60.000 israelíes desplazados por los disparos de proyectiles del grupo chiita puedan volver a sus casas.
Sin embargo, Israel mantiene su ofensiva en el territorio palestino y lanzó una importante campaña aérea y terrestre en el norte el 6 de octubre, con el objetivo, según su ejército, de evitar que los combatientes de Hamás se reagrupen.
Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, al menos 400.000 personas están atrapadas en el norte del territorio palestino.
Cactus24 21-10-24
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