Ucrania afirmó el jueves que sus tropas realizaron nuevos avances en Rusia y que ya controlan allí más de 1.000 km2, mientras su oponente aseguró que había recuperado una aldea tomada por las fuerzas a las órdenes del gobierno de Kiev y que enviaría refuerzos a la zona.
En el marco del mayor ataque de un ejército contra suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que sus fuerzas habían tomado Sudzha, de 5.500 habitantes, la mayor localidad desde el inicio de la sorpresiva incursión, a 8 km de la frontera.
“Desde el inicio de las operaciones en la región de Kursk, nuestras tropas avanzaron 35 kilómetros hacia el interior” y tomaron “82 localidades” en un área de 1.150 km2, añadió, en una reunión con el jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski.
Este ataque a gran escala rompió una racha de varios meses de reveses de las tropas de la exrepública soviética, confrontada desde hace dos años y medio a una invasión rusa.
El general Sirski indicó que sus tropas establecieron una administración militar en la región de Kursk, “para mantener la ley y el orden y satisfacer las necesidades prioritarias de la población en los territorios controlados”.
Más de 120.000 desplazados rusos
Decenas de personas rindieron homenaje el jueves en una iglesia ortodoxa de Sumy, del lado ucraniano de la frontera, a seis de sus militares muertos en la ofensiva.
Los familiares de las víctimas fueron consolados por amigos y parientes, mientras el sacerdote entonaba una misa fúnebre en una ceremonia con muchas coronas de flores y quema de incienso.
“Es tan difícil despedirse, porque queremos que vivan para siempre, que vivan entre nosotros como hijos honrados de su patria”, dijo el sacerdote.
Al término de los entierros, acompañados por un coro, las sirenas antiaéreas recordaron que la guerra seguía.
En Kurk, periodistas de AFP vieron cerca de 500 evacuados de las zonas fronterizas esperando en fila frente a una distribución de comida y ropa de la Cruz Roja Rusa.
Moscú afirma que más de 120.000 personas han sido desplazados por el ataque y los combates.
Los enfrentamientos mataron al menos a 12 civiles y 121 resultaron heridos, según las autoridades rusas, que no actualizaron el balance desde el lunes.
Moscú envió refuerzos a la zona y a la región de Bélgorod y anunció la reconquista de un pueblo en Kursk.
Las fuerzas rusas “retomaron el pueblo de Krupets” y “siguen frenando” los ataques ucranianos en la región de Kursk, indicó el ejército en un comunicado.
El ejército también ha preparado “acciones concretas” para defender la región de Bélgorod, declaró el ministro ruso de Defensa, Andréi Belusov, en una reunión con oficiales entre los que se encontraba el gobernador de esa región, Vyacheslav Gladkov.
Tanto la región de Kursk como la de Bélgorod habían sufrido pequeñas incursiones desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Sin embargo, Ucrania nunca había lanzado un ataque de esta envergadura.
Intensidad de los ataques
Kiev argumenta que la ofensiva es necesaria para su “autodefensa” y los expertos sugieren que podría ser un intento de aliviar la presión en el frente oriental.
Las tropas ucranianas, sin embargo, aún registran dificultades en la región de Donbás, en el este del país, que Moscú busca conquistar.
Al menos cinco personas murieron en bombardeos rusos en el este y el sur de Ucrania, anunciaron las autoridades locales este jueves.
Dos murieron en la región de Járkov, en el noreste, y otra en la de Donetsk, en el este. Otras dos murieron en la región de Jersón, en el sur.
“La mayoría de los ataques rusos tienen lugar en el este del Donbás”, afirmó Zelenski.
Las tropas rusas informaron el jueves de la captura de Ivanivka, una localidad ucraniana situada en la línea de frente, a solo 15 km de la ciudad de Pokrovsk, clave para el suministro de las fuerzas ucranianas.
El ejército ruso avanza hacia Pokrovsk desde hace meses.
Cactus24 16-08-24
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