El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este jueves seguir defendiendo a Ucrania para evitar que caiga bajo el yugo ruso y advirtió que «la democracia está más amenazada que nunca». Durante las ceremonias de conmemoración del desembarco de Normandía, insistió en que «no podemos plegarnos ante los dictadores» y en que, si se hiciera, se estaría olvidando lo que ocurrió con la liberación de Europa del régimen nazi hace 80 años.
«¿Estamos dispuestos a levantarnos contra la tiranía, a defender la democracia y la libertad? La respuesta sólo puede ser sí», señaló, después de subrayar que ceder ante los agresores «es impensable». «No daremos la espalda a Ucrania. Si le damos la espalda, Ucrania caerá bajo el yugo ruso y luego Europa también caerá», advirtió Biden.
Recordando el significado del desembarco de Normandía que comenzó el 6 de junio de 1944, operación que desplegó a unos 150.000 soldados aliados, señaló que entonces «probamos que la libertad es más fuerte que la tiranía» y también el valor de «la unidad sin falla de los aliados». Hizo un paralelismo entre eso y la situación actual, al señalar que la OTAN con la reciente ampliación a Finlandia y Suecia cuenta ya con 32 miembros y «está más unida que nunca».
«Invadido por un tirano”
Biden reiteró la voluntad de su país para implicarse en esa y otras alianzas al señalar que «la capacidad única de Estados Unidos de unir a las naciones es una de nuestras mayores fortalezas». «El aislacionismo -añadió- no es la respuesta. No era la respuesta hace 80 años y no lo es ahora». En alusión a las batallas que se produjeron en Normandía hace 80 años, concluyó: «Los que dejaron su vida aquí, salvaron el mundo. Hay que estar a la altura de su sacrificio».
«La agresión y la codicia, el deseo de dominar y controlar, de cambiar las fronteras por la fuerza son eternos. La lucha entre la dictadura y la libertad es interminable», apuntó. «En Europa vemos un claro ejemplo», apuntó, comparando lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial con la agresión rusa a Ucrania, país que fue «invadido por un tirano», puntualizó.
En esta ceremonia en el cementerio militar estadounidense de Colleville sur Mer, donde están agrupadas las tumbas de más de 9.300 soldados caídos, estuvieron como invitados de honor cerca de 200 veteranos de la Segunda Guerra Mundial llegados de Estados Unidos, incluidas algunas mujeres. La gran mayoría estaban en silla de ruedas debido a su muy avanzada edad (muy próximos o por encima de los cien años), si bien unos pocos caminaron orgullosamente.
Cactus24 06-06-24
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