Desde hace un tiempo hasta aquí, los miembros de la familia real británica no dejan de situarse en el centro de los focos. Ahora, a la vida de los duques de Sussex se suma un nuevo conflicto judicial, cuyo protagonista es el príncipe Harry.
El rapero Sean ‘Diddy’ Combs está siendo investigado por un supuesto escándalo sexual que, a su vez, ha salpicado al hijo pequeño de Carlos III y Lady Di. La madrugada de este jueves, varios agentes de la policía registraron la mansión en Miami y Los Ángeles del músico, conocido bajo el seudónimo Puff Daddy.
El nombre de Sean Combs copó los titulares de la prensa dada su famosa carrera profesional como cantante de hip hop y, como no, por su sonada relación con Jennifer López. Ahora, su nombre vuelve a situarse en el centro de los focos tras haber sido acusado de violación, agresión y tráfico sexual por cuatro mujeres.
Cassie, expareja del cantante de hip hop, ha interpuesto una denuncia en contra Sean Combs, a quien acusa de violarla y agredirla físicamente en repetidas ocasiones, así como de obligarla a mantener relaciones sexuales con prostitutos delante de él.
Por si fuera poco, otra mujer, cuya identidad se desconoce, lo ha denunciado por drogarla y violarla, grabando la secuencia para, después, distribuir las imágenes por diferentes medios. La tercera demanda contra el rapero recoge que este junto con Harve Pierre, expresidente del sello Bad Boy, violaron en grupo a una joven de 17 años y traficaron sexualmente con ella.
Dada la gravedad de estas acusaciones, el rapero se ha defendido a través de sus redes sociales. “Ya es suficiente. Durante las últimas dos semanas, me he sentado en silencio y he visto a la gente intentar asesinar mi carácter, destruir mi reputación y mi legado. Personas que buscan un día de pago rápido han hecho acusaciones repugnantes en mi contra. Permítanme ser absolutamente claro: no hice ninguna de las cosas horribles que se alegan. Lucharé por mi nombre, mi familia y por la verdad”.
Un detalle que ha llamado la atención a los medios británicos ha sido que el marido de Meghan Markle sea nombrado en una de las demandas contra Sean Combs, concretamente en la página 63 de la documentación.
“Entre los beneficios financieros que los acusados recibieron por participar y facilitar la empresa de tráfico sexual de Combs fueron la afiliación y el acceso a la popularidad del Sr. Combs. El Sr. Combs era conocido por organizar las ‘mejores’ fiestas. La afiliación o el patrocinio de las fiestas de tráfico sexual del Sr. Combs le otorgaron legitimidad y acceso a celebridades como atletas famosos, figuras políticas, artistas, músicos y dignatarios internacionales como el príncipe Harry”, reza la documentación del caso.
Pese a que el duque de Sussex no es acusado directamente de estar implicado en el escándalo sexual, el hecho de que su nombre figure en una de las denuncias ha abierto la vereda a una serie de preguntas en torno al tipo de relación que el royal mantenía con el rapero. Y es que parece imposible no hablar de esta situación con uno de los miembros de la casa real británica y no traer el presente el caso Epstein, la red de tráfico sexual en la que estuvo implicado el príncipe Andrés y por la que tuvo que renunciar a su cargo institucional dentro de la monarquía británica.