El estado de Texas, liderado por el gobernador Greg Abbott, ha elevado su enfrentamiento con la administración Biden al enviar más de 100 mil solicitantes de asilo en autobuses hacia ciudades demócratas como Nueva York y Chicago.
Esta controvertida medida, parte de la estrategia de Abbott contra las políticas fronterizas federales, ha desencadenado respuestas contundentes de los líderes locales y acciones legales.
Nueva York, receptor principal con 37,100 migrantes transportados desde la frontera texana, ha adoptado medidas restrictivas ante la masiva llegada, reflejando la tensión entre las autoridades locales y el gobierno estatal. Chicago, con 31,000 migrantes recibidos, también ha implementado medidas similares.
El alcalde neoyorquino, Eric Adams, presentó una demanda de 708 millones de dólares contra empresas de autobuses chárter, acusándolas de contribuir a la crisis migratoria en la ciudad. Abbott, en respuesta, desvió la culpa hacia el presidente Biden, cuestionando la política migratoria a nivel federal.
La situación se ha extendido a otras ciudades estadounidenses, como la capital Washington D.C., que ha recibido 12,500 migrantes. Las tensiones entre Texas y las ciudades demócratas se intensifican, reseñó EFE.
Cactus24 (13-01-2024)
