La iglesia católica, sus feligreses y algunos pueblos del mundo rinden tributo cada 1 de noviembre a aquellos que en vida tuvieron una vida ejemplar. La fiesta consagrada toma el nombre del Día de todos Los Santos.
La iglesia primitiva solía celebrar el día de la muerte de un mártir que dio su vida por la obra de Dios.
Pero con el paso del tiempo y sobre todo después de la Persecución de Diocleciano, conocida también como la Gran Persecución, donde un inmenso número de cristianos murieron a manos del ejército romano, la Iglesia tuvo que agrupar a sus mártires en una sola festividad.
La primera celebración de un día para Todos los Santos se remonta a Antioquía en el domingo antes de las fiestas de Pentecostés durante las pascuas. Otra mención de un día común para rendir homenaje a los santos, se nombra en el sermón de San Efrén el Sirio que data del año 373, pero en este solo a los mártires y a San Juan Bautista.
No sería hasta el año 731 que el Papa Gregorio III, consagraría la Basílica de San Pedro a todos los santos y establecería la festividad el 1 de noviembre.
CONFUSIÓN CON EL DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS
Suele ocurrir que se confunde el Día de Todos los Santos con el Día de los Fieles Difuntos, también conocido como Día de los Muertos o Día de las Ánimas. Sin embargo, se trata de festividades distintas.
El Día de los Difuntos se celebra el 2 de noviembre y honra el recuerdo de quienes ya no siguen en la vida terrenal. La Iglesia busca que se dedique esta jornada a la oración por todas las almas.
Cactus24// 01-11-23