Trabajar en Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima (PDVSA) llegó a ser un privilegio, por el salario y la cantidad de beneficios que generaba y que en su momento, además de estabilidad, aseguraba vejez digna con las comodidades obtenidas, fruto de los años de servicio. Ahora muchos no tienen ni para comprar el blíster de las pastillas para controlar la tensión.
La caída en desgracia de una de las empresas más sólidas y prósperas del país y mundo, es atribuida al gobierno que aunque se autodenomina a favor de la clase obrera, le ha negado a los trabajadores y jubilados derechos que han deteriorado su calidad de vida.
En ese contexto, un grupo de esos jubilados, severamente golpeado por la miseria, llevan a cabo en la Plaza Cubierta de la Universidad Central de Venezuela (UCV) una huelga de hambre que, aunque había iniciado el 12 de septiembre, tuvo una tregua pensando en que PDVSA podía resolver, pero en la reunión reciente la burocracia se impuso, quedó demostrada la falta de disposición gubernamental de querer resolver y de ahí, se retomó la huelga que ha sido acompañada de manifestaciones de solidaridad, como esta, en la plaza Riera, cercana a la iglesia San Gabriel de Coro.
Andrés Jiménez explicó que PDVSA tomó prestado el fondo de pensiones que es el acumulado de años de servicios que generan intereses los cuales la empresa se niega a saldar. Es compleja la situación porque, quienes por ley deben disponer de sus recursos, son personas jubiladas, con achaques propios de la edad, muchos con patologías y requieren de su dinero para cubrir los gastos médicos, además de alimenticios propios y de sus familias.
En ese sentido alzaron su voz de protesta y en relación a PDVSA gritaron «¡páganos nuestro dinero que tomaste y da la cara!».
Jiménez informó que ademas de los compañeros que están en huelga de hambre en Caracas, ahora se suman otros del estado Zulia, todos unidos luchando por lo que les corresponde y procurar una mejor calidad de vida.
Cactus24 29-09-23