17 migrantes venezolanos fueron detenidos en Paso Canoas, a unos 300 km al sur de San José, fronteriza con Panamá, donde llegan después de cruzar la peligrosa selva del Darién que separa Colombia y Panamá para continuar su viaje hacia Estados Unidos.
Los venezolanos se enfrentaron a la policía de Costa Rica cuando les requisaron alimentos y bebidas que los migrantes vendían de manera ambulante dentro del campamento improvisado desde mayo por las autoridades costarricense.
Algunos migrantes lanzaron piedras a la Policía y bloquearon momentáneamente el acceso al precario recinto, ubicado en un antiguo espacio ferial, donde muchos quedan varados por semanas al no disponer de dinero para pagar el autobús.
Llegan allí tras cruzar la frontera y solo pueden salir pagando 30 dólares por persona (incluidos menores) para acceder a un boleto de alguno de los 50 autobuses diarios que les dejan en la frontera norte con Nicaragua.
El ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, señaló en un video distribuido a la prensa que «se aplicará la legislación migratoria de manera estricta» con los implicados en los disturbios.
la agencia de noticias AFP, reseña que Zamora se reunirá este viernes con las autoridades de Panamá para tomar decisiones con respecto al flujo migratorio rumbo a Estados Unidos.
CACTUS24 22-09-23
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