El Real Madrid venció 1-0 a Unión Berlín con un gol agónico de Jude Bellingham, en tiempo de descuento. El equipo de Ancelotti, de andar irregular sobre todo en el primer tiempo, terminó soplando fuerte, en la segunda parte, hasta derribar la defensa alemana casi en la última jugada.
Real Madrid fue amplio dominador durante todo el partido. El 76% de la posesión lo confirma en números. En la primera parte, Unión Berlín neutralizó casi todos sus ataques. La línea de 5 defensores, comandado por el experimentado Bonucci, controló a la ofensiva local y el mediocampo supo encerrar a Bellingham, el motor creativo del Madrid. El equipo de Ancelotti tenía la pelota hasta aburrirse pero sin generar peligro.
En la segunda mitad todo cambió. El dominio de Real Madrid se hizo más intenso y, sobre todo, más profundo. El equipo blanco terminó el partido con 32 tiros contra apenas 4 de los alemanes, la mayoría en esa segundo tiempo. En total, fueron 7 los tiros blancos que llegaron al arco. La habitual fortuna del Real Madrid parecía haberse encariñado con la cenicienta de esta Champions. Los alemanes sostuvieron el empate en los postes, que los salvaron un par de veces, y en algunas definiciones apenas desacertadas del Madrid. Cuestión de centímetros, en varios casos.
Con el correr de los minutos, Unión Berlín se enamoró del resultado parcial y se olvidó, ya cansado, de presionar o atacar. El equipo de Ancelotti llegó al minuto 90 con un asombroso 3 de expectativa de gol. Pero de esos 3 goles que merecía la realidad le devolvía un cero rotundo y sorpresivo que alegraba a los germanos. Debutar en la Champions con un empate sin goles en casa del Real Madrid, el máximo campeón del torneo, no es un premio nada despreciable. Pero ese sueño terminó siendo una pesadilla.
En anteúltimo minuto del tiempo de descuento, tras un disparo de Valverde, una serie de rebotes dejaron al arquero de Unión Berlín tirado en el piso y a Bellingham, que hasta entonces no había podido ser el héroe que viene siendo, con la pelota picando frente al arco vació dentro del área chica. Esta vez, los centímetros y el azar se volvían a vestir de blanco. Entonces, el inglés empujó la pelota y le dio la victoria al Real Madrid en el Bernabéu, en inicio de esta Champions.
Real Madrid se llevó una victoria merecida, que buscó hasta el último segundo. Y Unión Berlín dejó una imagen digna, de equipo sólido que no será fácil de vencer. Para llevarse algo necesitaba tener suerte. Le duró sólo un rato. El duelo en el Bernabéu confirmó quién es el rey en la Champions. Y que a nadie le está permitido tener mejor fortuna que Real Madrid./ ESPN
