La forma más rápida de calentar alimentos y bebidas es en el microondas, pero podría ser también la vía más rápida para ingerir cantidades masivas de minúsculas partículas de plástico, según una nueva investigación de la Universidad de Nebraska-Lincoln en Estados Unidos.
Los experimentos demostraron que calentar en el microondas los envases de plástico para alimentos infantiles disponibles en las estanterías de los comercios estadounidenses puede liberar enormes cantidades de partículas de plástico: en algunos casos, más de 2.000 millones de nanoplásticos y cuatro millones de microplásticos por cada centímetro cuadrado de envase.
Aunque los efectos sobre la salud del consumo de microplásticos y nanoplásticos siguen sin estar claros, el equipo de Nebraska descubrió, además, que tres cuartas partes de las células embrionarias de riñón cultivadas habían muerto a los dos días de ser introducidas en esas mismas partículas. Asimismo, un informe de 2022 de la Organización Mundial de la Salud recomendaba limitar la exposición a tales partículas.
En un experimento, los investigadores llenaron los recipientes con agua desionizada o ácido acético al 3 % -este último destinado a simular productos lácteos, frutas, verduras y otros consumibles relativamente ácidos- y luego los calentaron a máxima potencia durante tres minutos en un microondas de 1.000 vatios.
A continuación, analizaron los líquidos en busca de microplásticos y nanoplásticos: los primeros son partículas de un diámetro mínimo de 1/1.000 de milímetro, y los otros son más pequeños.
El número real de cada partícula liberada por el microondas dependía de múltiples factores, como el recipiente de plástico y el líquido que contenía. Pero, basándose en un modelo que tenía en cuenta la liberación de partículas, el peso corporal y la ingesta per cápita de diversos alimentos y bebidas, el equipo estimó que los bebés que beben productos con agua calentada en microondas y los niños pequeños que consumen productos lácteos calentados en microondas ingieren las mayores concentraciones relativas de plástico.
Los experimentos diseñados para simular la refrigeración y el almacenamiento a temperatura ambiente de alimentos o bebidas durante un periodo de seis meses también sugirieron que ambos podrían provocar la liberación de microplásticos y nanoplásticos.
Cactus24 (21-07-2023)