Ir a la universidad y estudiar la carrera que te gusta es el sueño anhelado de todo joven, pero para lograrlo se requieren de ciertos sacrificios.
Se sabe que la educación venezolana es gratuita y obligatoria, así lo decretó el presidente Antonio Guzmán Blanco, el 27 de junio de 1870, y desde entonces, la instrucción pública ha sido accesible para todos los venezolanos quienes han podido educarse pese a la carencia de recursos económicos.
Sin embargo , este último ha sido la limitante para muchos padres e inclusive para adolescentes y jóvenes, que desde temprana edad tuvieron que independizarse por dos razones. Uno para llevar pan a la mesa y la otra lograr ser alguien en la vida.
Así como las familias, los maestros y docentes de todos los niveles de la educación están padeciendo con los bajos salarios, el futuro del país también está siendo golpeado por la crisis del país.
Este grupo poblacional de Venezuela, sobre todo de la península de Paraguaná, está resolviendo su situación económica para costear sus necesidades básicas y pagar sus estudios escolares y universitarios.
En este sentido, Cactus24 trae otra edición sobre la realidad de los jóvenes paraguaneros y cómo ellos hacen “malabares” para sondear la crisis.
“La pandemia golpeó duro a mi familia, mi papá quedó sin empleo, por largos meses no arregló más un carro ya que ese es su oficio, ser mecánico, y tuve que salir a trabajar, era caletero de verduras en el mercado municipal (Punto Fijo), y con ese salario alimentaba a mi papá y mis otros cinco hermanos”, así nos reveló Víctor Martínez, que hace un año egresó de bachiller en el Liceo Nacional “Alejandro Petión”.
Víctor de 18 años de edad, procuró sacar su título de bachiller, aunque reconoció que sus notas nunca han sido excelentes ni sobresalientes, pero sí logró titularse al menos en la educación Media General. Ahora el joven está en el servicio militar, pues reconoció que debido su deficiencia en el estudio y por la situación crítica en su casa decidió irse al servicio y poder mantener el hogar.
Martínez indicó que otros compañeros de estudios durante la pandemia se dedicaron a realizar cualquier trabajo bien sea de albañilería, electricidad o colectores en el transporte público.
“La ventaja de esa época de pandemia era tenía más chance de trabajar y estudiar a la vez, porque las clases no eran presenciales”, dijo.
Al igual que Víctor, Annybel García realizó una serie de cursos en línea durante la pandemia: “hice de repostería, maquillaje y epilación. Todo eso con cursos por internet y viendo videos por YouTube, y gracias a eso pude reunir para pagar mi acto de grado en bachillerato y es mi entrada económica para pagar mis estudios en la universidad”, explicó la joven de 19 años.
García en un principio quería darse un año sabático para luego ir a la universidad, pero al ver que su emprendimiento iba creciendo decidió “hacer las dos cosas: trabajar y estudiar a la vez”.
Asimismo, el joven Luis Ricardo Mendoza contó su experiencia: “Yo comencé a vender rifas, empanadas los fines de semana y vender ropa por encargo”.
Comentó a Cactus24 que su madre se marchó del país en el año 2018 y un años después su padre, ambos separados, “y que para un mejor futuro para mis dos hermanos y para mí”, pero la realidad fue otra, pues sus padres luego de la migración “se olvidaron de sus hijos”, relató con decepción.
Mendoza señaló que cuando estudiaba el tercer año de bachillerato comenzó a vender rifas para reunir cada bolívar para comer y ayudar a su abuela, luego ventas de empanadas y ropa.
Aunque no quería seguir estudiando en el liceo, con la insistencia de su abuela logró obtener el bachillerato, ahora Luis Ricardo está estudiando ingeniería en sistemas en la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (UNEFA).
Universidades municipalizadas y aldeas, son las demandantes
Al principio de esta edición se introdujo que la educación es gratuita y obligatoria, y con el transcurrir de los años, la política educativa fue innovando y cambiando, ampliándose las oportunidades de ingresar a una universidad pública, bien sea autónoma o experimental.
Ahora con la nueva universidad que va a las comunidades, la modalidad del nivel superior es la más demandante desde el año 2013 hasta el presente, aunque tuvo sus bajos durante el éxodo migratorio de la crisis en el año 2016 y espacios universitarios quedaron vacíos, se cerraron carreras o programas y la inseguridad.
Ahora desde el año 2021, se ha registrado un nuevo creciente.
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Muchos jóvenes están estudiando en las universidades, pero su preferencia son las municipalizadas y las aldeas universitarias ya que les permiten trabajar, están cercanas a sus hogares, se ahorran pasaje y transporte.
Así lo arrojó una encuesta realizada por Cactus24, en la que de los entrevistados, el 47% está estudiando entre la Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” municipalizada y aldeas universitarias de Misión Sucre, 30% se dedican a empleos formales e informales y un 23% prefirieron realizar un oficio luego de graduarse de bachillerato.
Quienes decidieron ir a la universidad son paraguaneros que trabajan y estudian a la vez, bien sea por cuenta propia y empleos formales. Además, dentro de ese reglón se conoció que hay algunos jóvenes que están siendo apadrinados por un familiar o una amistad de la familia.
“Mi último año de bachillerato y mi universidad lo estoy costeando gracias a un tío que está en el extranjero, sin ese apoyo económico no podría estudiar en la universidad”, relató Geraldine López.
Las universidades
“En ambos lapsos se pudiera indicar aproximadamente un 80% (de incremento de matrícula) ”, así señaló la ingeniera Lianny Ramírez a Cactus24, docente de la UNEFM Municipalizada Carirubana.
Explicó que la matricula estudiantil de septiembre 2021 a 2022, la cantidad de nuevos ingresos incrementó considerablemente y en relación de marzo 2022 a 2023, se observó el mismo comportamiento.
De igual forma, el coordinador de la Misión Sucre Falcón eje Paraguaná, Aleide Caldera, señaló que el porcentaje a nivel estadal fue “más de lo esperado”. Actualmente se cuenta con una matrícula activa que pasan los 5.000 triunfadores.
“Nuestra meta fueron 3.000 nuevos ingresos 2022-2, llegamos a 3.650 en comparación con el período anterior 2022- 1 duplicamos”, dijo.
El coordinador al mismo tiempo, detalló que los ejes con mayor matricula estudiantil se registró en el eje Paraguaná (municipios Carirubana y Los Taques) y en el eje Capital (municipio Miranda).
Mientras que la UNEFA, registró un 25% en comparación al periodo académico anterior, reveló el rector Jesús Ramírez, del núcleo Punto Fijo.
El Dato
Cactus24 Noticias, pudo constatar que hay jóvenes entre las edades de 16 y 17 años que se están preparando en cursos y son empleados a medio tiempo para mitigar la crisis y tener ingresos económicos para aportar a sus hogares y poder pagar sus estudios de bachillerato.
Redacción e Infografía Rut Cuauro Chirinos
Fotos Cortesía
Cactus24 (20-06-2023)