El paleontólogo de renombre mundial Lee Berger anunció el lunes 5 de junio el descubrimiento en Sudáfrica de las tumbas más antiguas de la prehistoria, lo que hace retroceder los primeros vestigios de prácticas mortuorias en al menos 100.000 años.
En posición fetal y acurrucados en nichos enterrados al final de una red de estrechas galerías, a unos treinta metros bajo tierra, se han encontrado primos lejanos del hombre en estado fósil en enterramientos durante las excavaciones. comenzó en 2018. Los exploradores encontraron que las tumbas habían sido rellenadas con la tierra excavada al principio para formar los agujeros, prueba según ellos de que los cuerpos de estos prehumanos fueron enterrados voluntariamente.
«Estos son los entierros de homínidos más antiguos registrados, anteriores a los entierros de sapiens por al menos 100.000 años», afirman en una serie de artículos preliminares, que aún no han sido revisados por pares antes de su publicación en la revista científica eLife.
Las excavaciones tuvieron lugar en el sitio paleontológico de “Cuna de la Humanidad”, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y ubicado al noroeste de Johannesburgo. Las tumbas más antiguas descubiertas hasta el momento, sobre todo en Oriente Próximo y Kenia, datan de unos 100.000 años antes de nuestra era y contienen restos de sapiens.
Un misterio para los científicos.
Los entierros sudafricanos datan de – 200.000 a – 300.000 años. Contienen huesos de naledi (estrella en lengua local), pequeño homínido de aproximadamente 1,50 m de altura y con un cerebro del tamaño de una naranja. La especie, cuyo descubrimiento en 2013 por parte del paleoantropólogo estadounidense Lee Berger ya había puesto en duda las lecturas lineales de la evolución de la humanidad, sigue siendo un misterio para los científicos.
Con características de criaturas de millones de años, como dentición primitiva y piernas trepadoras, naledi también tiene pies similares a los nuestros y manos capaces de manejar herramientas. “Estos hallazgos muestran que las prácticas mortuorias no se limitaban a los sapiens u otros homínidos de cerebro grande”, dicen los científicos.
Esta teoría, que va en contra de la idea comúnmente aceptada de que la conciencia de la muerte y las prácticas relacionadas hacen al humano, ya había sido mencionada por Lee Berger cuando presentó naledi en el mundo en 2015. La hipótesis había creado entonces un revuelo y muchos especialistas habían cuestionó el rigor científico de los medios estadounidenses, apoyado por National Geographic.
Cactus24 06-06-23
