Rusia reconoció este lunes que está combatiendo a un grupo de saboteadores llegado de Ucrania, horas después de que Kiev informó sobre un bombardeo nocturno ruso que dejó brevemente sin energía a la central nuclear de Zaporiyia.
El gobernador de la región rusa de Belgorod, Viacheslav Gladkov, informó que dos personas fueron heridas en un bombardeo en la aldea de Glotovo y que hay otros tres lesionados en Graivoron y uno en Zamostie.
Esta operación ilustra las aparentes dificultades de Moscú para asegurar la seguridad de su frontera en las zonas limítrofes con Ucrania, donde en las últimas semanas se ha registrado un número creciente de ataques.
Gladvok anunció que «se introdujo un régimen legal antiterrorista» en la región para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Este régimen otorga poderes a las fuerzas del orden, permitiendo la aplicación de medidas como el refuerzo de los controles de identidad, de los vehículos y de las comunicaciones, así como mayor facilidad para llevar a cabo intervenciones «antiterroristas».
La incursión se produce después de que el fin de semana Rusia reivindicara la toma de Bajmut, una localidad del este de Ucrania que ha sido escenario de la batalla más feroz y sangrienta desde que comenzó el conflicto en febrero de 2022.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, desmintió que sus fuerzas perdieran Bajmut y afirmó que su ejército todavía controla una pequeña franja y que sigue presionando a las tropas rusas al norte y al sur de la ciudad.
Por su parte, el grupo paramilitar ruso Wagner afirmó que sus fuerzas prevén retirarse de Bajmut entre el 25 de mayo y el 1 de junio para ceder sus posiciones al ejército regular.
Este lunes, las autoridades rusas reportaron que «un grupo de sabotaje y reconocimiento» procedente de Ucrania entró en el distrito de Graivoron, en la región de Belgorod.
«Las fuerzas armadas rusas, junto a los guardias fronterizos, la Rosgvardia (guardia nacional) y el FSB (servicios de seguridad) llevan adelante todas las medidas necesarias para liquidar el enemigo», informó el gobernador de la región de Belgorod, Viacheslav Gladkov en Telegram.
El presidente ruso, Vladimir Putin, fue informado de la incursión, dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que afirmó que esta operación es un intento de Ucrania de «desviar la atención» tras la pérdida del control de Bajmut.
Por su parte, la presidencia ucraniana aseguró que «no tiene nada que ver» con la incursión, pero que sigue con «interés» la situación.
«La dictadura del Kremlin»
La incursión fue reivindicada en una cadena de Telegram por una cuenta que dice pertenecer a «Legión Libertad para Rusia», un grupo de rusos que combaten en el bando de Ucrania, y que ya se atribuyó operaciones anteriores en la misma región.
«Llegó el momento de poner fin a la dictadura del Kremlin», afirmó en un video difundido por la cadena un hombre que en diciembre se presentó a AFP como «César», portavoz del grupo. Este hombre ha sido definido por los medios como exneonazi de derecha, que en 2014 pasó al bando de Ucrania.
Según la cadena, el grupo «liberó totalmente» una aldea de la región de Belgorod y atacó una segunda localidad.
Por su parte, las autoridades ucranianas afirmaron haber repelido –al menos parcialmente– un ataque aéreo ruso sin precedentes lanzado durante la noche con misiles y drones contra la ciudad de Dnipró, en el centro-este del país.
Según las autoridades regionales, siete personas fueron heridas. El alcalde de Dnipró, Boris Filatov, dijo que «nunca había habido un bombardeo (contra la ciudad) de esta intensidad», desde el inicio de la ofensiva rusa.
Corte de energía en la central de Zaporiyia
El bombardeo ruso también provocó, según las autoridades ucranianas, un corte temporal energía en la central nuclear de Zaporiyia, la planta más grande de Europa que está ocupada por los rusos desde el inicio del conflicto.
Esta planta ha sufrido varios bombardeos y está es la séptima vez que queda sin acceso a la red eléctrica.
La central está actualmente cerrada y no están produciendo electricidad, pero la planta necesita energía para sus propias necesidades, incluida la refrigeración de sus seis reactores.
En las últimas semanas, en un momento en que se perfila una gran contraofensiva ucraniana, el territorio ruso ha sido blanco de un número creciente de sabotajes y ataques, que Moscú atribuye a Kiev y que Ucrania niega.
En el plano diplomático, Zelenski, asistió el fin de semana a la cumbre del G7 en Japón, donde los países de este grupo de las siete economías más avanzadas le entregó nuevas promesas de envíos de material militar.
Cactus24 22-05-23