Los muertos de una secta cristiana que ayunaron hasta morir en un bosque del sur de Kenia para encontrarse con Jesucristo aumentaron a 235 después de que las autoridades encontrasen este jueves más cadáveres.
La comisionada regional de Policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, reveló también que cuatro personas fueron rescatadas con vida (tres mujeres, una de ellas en estado crítico, y un hombre), lo que sitúa el número de rescates en 89.
«Hasta el momento, 613 personas han sido reportadas como desaparecidas por sus familiares», precisó Onyancha, al agregar que el número de detenidos sigue siendo de 31. La responsable policial también señaló que el Gobierno ha suspendido el ejercicio de exhumación para preparar las autopsias que comenzará el 24 de mayo.
Casi todos los muertos de la denominada «masacre de Shakahola» -como se llama el bosque en el que sucedió la tragedia- han sido exhumados de tumbas y fosas comunes halladas en ese lugar, a excepción de unos pocos que murieron en el hospital por su estado grave.
Las autopsias de más de un centenar de cuerpos evidenciaron que, si bien todos mostraban signos de inanición, los cadáveres de al menos tres niños y un adulto tenían también rastros de estrangulación y asfixia. Asimismo, las primeras investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno, aunque quisieran abandonarlo.
La semana pasada, el Tribunal de Shanzu, en la ciudad costera de Mombasa, ordenó extender durante 30 días (iniciando el recuento el pasado 3 de mayo) la detención del líder de la secta que presuntamente persuadió a las víctimas para ayunar, el pastor Paul Mackenzie Nthenge, junto con su esposa y otros 16 sospechosos.
CACTUS24 18-05-23
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