El gobierno de Nicolás Maduro celebró el sábado, mediante un comunicado oficial, la reanudación de las relaciones diplomáticas entre la República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudí, así como la decisión de reabrir sus embajadas.
«El pueblo y el Gobierno bolivariano hacen votos porque el acuerdo conseguido entre la República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudí sea el camino para fortalecer la seguridad y la paz regional», expresó el comunicado difundido por el canciller Yván Gil.
El Gobierno venezolano consideró que es un «importante logro diplomático» este acuerdo, y aseguró que «demuestra que el diálogo entre las naciones es el eje fundamental del ejercicio de la diplomacia basada en los principios de Naciones Unidas».
En el acuerdo entre Irán y Arabia Saudí incluyen la reapertura de sus embajadas y se ha firmado en China, que ha ejercido de mediador entre esos dos enemigos tradicionales que desde hace años se disputan la hegemonía regional y apoyan a bandos rivales en conflictos de la zona.
De igual manera se comprometen a «respetar la soberanía de los países y a la no ingerencia en sus asuntos internos».
Además, se reactiva un acuerdo de seguridad de 2001 y memorandos de cooperación en materia económica, comercio, inversión, tecnología, ciencia, cultura, deporte y juvenil de 1998.