El gobierno de Rusia acusó este viernes a Estados Unidos de estar detrás de un «sentimiento antirruso» que dijo ver en las protestas en Georgia, una antigua república soviética del Cáucaso.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se refirió a una declaración realizada el jueves desde Nueva York por la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili.
La presidenta, prooccidental y con poderes limitados, tomó distancia con el gobierno respecto de esta ley, y expresó su apoyo a los opositores movilizados contra esa iniciativa.
Según Peskov, el hecho de que ella hablara desde Estados Unidos es una señal de que «la mano visible de alguien está tratando de provocar un sentimiento antirruso» en Georgia.
«Estamos siguiendo esto con mucha atención y con gran preocupación», agregó Peskov.
Desde hace días, Georgia se ha visto sacudida por manifestaciones contra un proyecto de ley inspirado, según sus detractores, de una ley existente en Rusia y que el Kremlin utiliza para reprimir a sus críticos en medios de comunicación y oenegés.
Ante esta movilización, de marcado carácter proeuropeo, el gobierno de Tiflis reprimió primero las manifestaciones, pero el jueves anunció el abandono del proyecto de ley, que este viernes fue revocado por el Parlamento georgiano tras haber sido aprobado en primera lectura.
Este viernes, cientos de opositores se congregaron de nuevo ante el Parlamento en un ambiente festivo bajo el lema «Somos Europa» y «victoria».
Y es que más allá de esta ley, decenas de miles de georgianos temen que su gobierno se aleje del objetivo de unirse a la Unión Europea, y en lugar de eso se acerque a Rusia y adopte un giro autoritario.
El país caucásico, de cuatro millones de habitantes y candidato a integrarse a la UE, sigue marcado por la breve guerra librada y perdida contra Rusia en agosto de 2008.
Rusia apadrina dos regiones separatistas en Georgia, Abjasia y Osetia del Sur, de las que reconoció su independencia tras la guerra de 2008.
Cactus24 10-03-23