Lo temporal es fácil, pero lo que dura para siempre es difícil. Seguro te has enamorado unas cuentas veces pero has permanecido enamorado solo una.
Cuando sucedió por primera vez era inocente, emocional e idealista, pero terminé con el corazón extremadamente roto.
Pasé mucho tiempo pensando en por qué las cosas no habían funcionado tal y como lo habíamos planeado. Fue fácil hasta que ya no lo fue más.
La segunda vez que me enamoré fue una experiencia bastante opuesta. Fui precavida, escéptica y construí a mi alrededor una fortaleza emocional. Pero poco a poco se fue desmoronando, hasta que todo lo que importaba era que él y yo estábamos felices y que todo iba bien.
Y eso es enamorarse. Es una droga natural, un torrente de emociones intensas que te toma a la fuerza.
Nunca lo ves venir y de repente, inesperadamente, todo encaja y te das cuenta de que ya no hay vuelta atrás.
Cuando te encuentras en ese dulce lugar piensas: “Aquí es dónde quiero estar. Para siempre”.
Mientras nos enamoramos, nuestros sentimientos nos impulsan a tomar algunas de las decisiones más irracionales que jamás tomaremos.
Sin embargo, a menudo no nos damos cuenta de que siempre se acaba.Todo lo que sube debe bajar. A veces estamos en la parte más alta durante meses y a veces durante años, pero siempre se acaba.
A menudo nos ciega la ilusión de que todo lo bueno es infinito e invencible. Una vez que bajas y la realidad apesta… se vuelve un poco más complicado.
Cuando los sentimientos disminuyen, debemos esforzarnos el doble para mantener y profundizar las relaciones.
Si realmente quieres seguir enamorado, debes elegir amar, siempre. Una elección construida sobre las bases de la comunicación, confianza y aceptación.
Significa ser honesto con tu pareja a la vez que eres honesto contigo mismo y el comprender que los compromisos son la clave para las relaciones sanas.
Significa saber que tu pareja cometerá errores. Y tú también.
Que incluso cuando no sientas que estás enamorado, decidirás conscientemente seguir adelante. Porque amar es mucho más que estar enamorado. Tendrás que esforzarte. A fin de cuentas, el esfuerzo está en las decisiones que tomas.
Escoger amar es escoger el altruismo y tomar decisiones favoreciendo al otro, una tarea que no siempre es fácil de hacer ya que, inherentemente, todos estamos a favor de nosotros mismos.
Sin embargo, si nos damos cuenta de que lo temporal es fácil, pero lo que dura para siempre es difícil, trabajaremos consistentemente por las cosas y personas que valen la pena.