La OMS calcula que más de 55 millones de personas viven con demencia.
Marc Milstein, investigador británico en neurociencia y autor del libro ‘El cerebro a prueba de edad: Nuevas estrategias para mejorar la memoria, proteger la inmunidad y combatir la demencia’, ha querido compartir con todo el mundo cuáles son las siete reglas de oro que él mismo sigue para mantener un cerebro ágil y luchar contra la demencia.
Según el experto, el cerebro humano, a partir de los 40 años, empieza a perder capacidad: un 5% por década. «Esto puede tener un gran impacto en la memoria y la concentración», señala en un artículo que él mismo ha publicado en la cadena «CNBC». Además, la OMS calcula que más de 55 millones de personas viven con demencia, una cifra que llegará a los 78 millones en 2030 y a 139 millones en el año 2050.
La buena noticia es que dicho síndrome, cuya enfermedad más común es el alzhéimer, «no es una consecuencia inevitable del envejecimiento», tal y como recuerda la OMS. Por eso, Milstein recuerda que, en realidad, son algunos factores relacionados con el estilo de vida los que más influyen en el desarrollo de enfermedades relacionadas con la memoria. He aquí sus siete reglas de oro:
- Mantener a raya la tensión arterial y el colesterol
«El corazón late unas 115.000 veces al día y con cada latido envía al cerebro alrededor del 20% del oxígeno del cuerpo -explica-. La hipertensión puede debilitar el músculo cardíaco y es una de las principales causas de infarto cerebral. Lo ideal es que no supere los 120/80».
Por otro lado, el colesterol juega también un papel determinante «en la salud del cerebro y del sistema nervioso».
- Controlar los niveles de azúcar
«El azúcar en sangre es el principal combustible del cerebro. Si no es suficiente, no tendrá energía; si es demasiado, puede destruir los vasos sanguíneos y los tejidos, lo que provocará un envejecimiento prematuro y enfermedades cardiovasculares».
Por tanto, cuidado con el exceso de azúcar porque esta «se cuela a través de los alimentos envasados» con otros nombres como dextrosa, fructosa, glucosa o sacarosa. Mucha precaución también con «cualquier producto que incluya jarabe».
- Dormir bien
«Los estudios demuestran que las personas con apnea del sueño no tratada aumentan su riesgo de pérdida de memoria una media de 10 años antes que la población general», recuerda Milstein. Dormir es, por tanto, necesario. ¿Cómo conseguirlo? «Mantén un horario constante para acostarte y levantarte; apaga los dispositivos una hora antes de dormir; haz algo relajante antes de acostarte y sal a tomar el sol en cuanto puedas». - Dieta nutritiva
El experto asegura que en su cesta de la compra no faltan los pescados grasos como el salmón, aguacates, frutos secos, arándanos o las verduras crucíferas (rúcula, brócoli, coles de Bruselas y la berza). También tiene muy en cuenta cuando se estropeará el alimento que compra (los ultraprocesados suelen llevar aditivos o conservantes que les hacen durar mucho tiempo), prioriza aquellos que no tienen una lista infinita de ingredientes y procura tener un arcoiris en el plato. - No fumar
«Los fumadores tienen un 30% más de riesgo de desarrollar demencia que los no fumadores», sostiene. Ya sabemos cuáles son las consecuencias del tabaco y no solo para el fumador, sino también para quienes le rodean. - Establezca vínculos sociales
La soledad no deseada tiene graves consecuencias en la salud. Las relaciones sociales, recuerda, son vitales para reducir el aislamiento y la soledad. «Realizando pequeños actos de amabilidad, estimularemos sustancias químicas cerebrales como la serotonina y las endorfinas». - Aprender continuamente nuevas habilidades
Según Milstein, «mantener una buena memoria no es sólo cuestión de juegos cerebrales como los sudokus o los crucigramas. Aprender habilidades y adquirir información son formas mucho más eficaces de establecer nuevas conexiones en el cerebro. Cuantas más conexiones haga, más probabilidades tendrá de retener e incluso mejorar su memoria».