El hurto continua como uno de los delitos de mayor incidencia del estado Falcón, modalidad tras la cual hay otra cadena que involucra a aquellos que, a precios irrisorios, compran y se aprovechan de los bienes.
En eso se la ha pasado, buena tarde de sus 54 años de vida, Douglas Antonio Cordero, residente de Zumurucuare, para quien ocho años en prisión no sirvieron de lección respecto a que lo ajeno se respeta.
Ni siquiera el riesgo que ha corrido de ser linchado lo inmuta, como sucedió la noche del lunes 23 en la urbanización Hilaria de Medina, de Coro, parroquia San Gabriel, donde la comunidad lo detuvo en un terreno adyacente hacia el cual corrió al ser descubierto sacando de una casa una bombona y una cava portátil azul a través de un boquete que con piedras abrió en la pared.
La Coordinación de Investigaciones (COIN) de Polimiranda, enterada por dos testigos, intercedió poniendo en resguardo al expresidiario que, golpeado y con escoriaciones, se sintió a salvo tras la llegada de los policías municipales al mando del supervisor jefe Luis Edgardo García.
Se trata de un delincuente confeso que en marzo del 2002 violentó la puerta trasera de una casa en la urbanización El Cardón y una vez dentro comenzó a recoger en un saco objetos de valor hasta que fue detenido cuando se disponía a escapar con el botín.
En el 2003 incurrió en un caso similar, recibiendo una condena de ocho años de prisión por hurto calificado en grado de frustración según expediente IJ01-P-2003-000022.
Años más tarde, a las 10:30 de la noche del 2 de julio del 2009, lo sorprendieron cometiendo un hurto dentro de una residencia en la urbanización Las Eugenias. El 12 de marzo del 2010 registró su primer arresto por tráfico ilícito de drogas, envoltorios que para entonces vendía detrás de la escuela de Las Eugenias, sector Los Ranchos.
Tras el arresto de este lunes 23 de enero quedó a disposición de la Fiscal Cuarta, interina, Kailimar Córdoba, informó el comisionado jefe Pablo García, director de Polimiranda.