Ucrania denunció este jueves ataques «masivos» de Rusia con decenas de misiles dirigidos contra varias regiones, incluida la capital, Kiev, en una nueva salva que busca destruir las infraestructuras energéticas del país, en pleno invierno.
El ejército ucraniano se felicitó por haber derribado el jueves 54 de los 69 misiles rusos, según el comandante en jefe de las fuerzas armadas, Valery Zaluzhny.
Sin embargo, el país se enfrenta a nuevos daños en su red eléctrica, ya muy deteriorada por casi tres meses de bombardeos de este tipo.
Las fuerzas aéreas también informaron posteriormente de la destrucción de 11 drones explosivos Shahed de fabricación iraní.
Inicialmente, la presidencia ucraniana había hablado de 120 ataques.
«El enemigo está atacando Ucrania en varios frentes, con misiles de crucero disparados desde aviones y barcos», anunció la fuerza aérea en las redes sociales.
Tras una serie de reveses militares en los últimos meses, el Kremlin cambió de táctica y en octubre empezó a atacar regularmente los transformadores y centrales eléctricas de Ucrania con salvas de decenas de misiles y drones.
El resultado ha sido una grave escasez de energía y millones de ucranianos sumidos en el frío y la oscuridad.
Los ataques del jueves se producen pocos días antes del Año Nuevo, la principal festividad familiar de la temporada en la mayoría de los países de la región.
Por su parte las autoridades de Bielorrusia, aliada de Moscú, anunciaron que un misil antiaéreo ucraniano se estrelló este jueves en su territorio, El misil, lanzado por un sistema de defensa antiaérea S-300, procedía «de territorio ucraniano», dijo el ministerio de Defensa.
Leópolis sin electricidad
Leópolis, la principal ciudad del oeste de Ucrania, se quedó el jueves en un 90% sin electricidad tras los ataques.
«El 90% de la ciudad está sin electricidad (…) Los tranvías y trolebuses ya no funcionan en la ciudad, podría haber cortes de agua», dijo el alcalde de Leópolis, Andriy Sadovy, en Telegram.
En Kiev, el 40% de los residentes estaban sin electricidad debido a los ataques contra infraestructuras fuera de la ciudad.
Según un oficial militar, la defensa antiaérea pudo derribar los 16 misiles rusos que apuntaban a la capital.
«Carguen sus teléfonos y otros dispositivos. Hagan reservas de agua», escribió en Telegram el alcalde de Kiev, Vitali Klitchko.
En Odesa, un importante puerto del suroeste de Ucrania, 21 misiles rusos fueron derribados por la defensa antiaérea ucraniana, según el gobernador Maksym Martchenko.
Pero otros dieron en el blanco, por lo que hay «cortes de electricidad de emergencia» en la ciudad, dijo.
En Járkov, al noreste, en la frontera con Rusia, los bombardeos también han tenido como objetivo «infraestructuras críticas», según el gobernador Oleg Sinegubov, que añadió que «se estaba estableciendo el balance de destrucción y víctimas».
Desde octubre, Rusia ha lanzado cientos de misiles y drones contra infraestructuras ucranianas. Por ello, Kiev pide a sus aliados occidentales que aceleren la ayuda militar para dotar al país de más sistemas de defensa antiaérea.
Sin perspectivas de paz
El presidente ruso, Vladimir Putin, participó el jueves en la ceremonia de puesta en servicio de varios nuevos buques de guerra, entre ellos un submarino capaz de transportar misiles nucleares, prometiendo producir más y elogiando las capacidades de su flota.
Putin presenta su invasión de Ucrania, que empezó hace diez meses a costa de cuantiosas pérdidas, como una necesidad para la seguridad nacional, afirmando que Occidente está utilizando el país como cabeza de puente para amenazar a Rusia.
Ante los reveses militares frente a los ucranianos, Rusia ha movilizado a 300.000 reservistas, civiles, para estabilizar los frentes.
Moscú reclama la anexión de cuatro regiones del sur y el este de Ucrania, que el ejército ruso ocupa parcialmente.
Los combates continúan, con una batalla especialmente sangrienta por Bajmut, una ciudad del este que Rusia lleva meses intentando conquistar, y Kreminna, que las fuerzas ucranianas intentan retomar.
Las perspectivas de conversaciones de paz son casi inexistentes.
Ucrania exige la retirada de todas las fuerzas rusas del país, mientras que Moscú quiere que al menos Kiev le entregue las cuatro regiones que el Kremlin reclama como suyas desde septiembre, así como Crimea, anexionada en 2014.
Cactus24 29-12-22