miércoles, abril 24, 2024
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Abigeato, psicoterror y las muertes de Tony y Nelson| Historia real

Siempre que ordeñaba sus vacas, Tony Guadalupe Bolívar Alcalá apartaba un poco de leche para algunos habitantes de Turupia, sector rural de San Francisco, municipio Zamora del estado Falcón.

Casi a diario, algunos acudían al corral de Tony para llenar de leche sus pimpinas y garrafas. Entre ellos estaba Nelson Humberto Amaya, conocido por unos como «Neno» y temido por muchos debido a su pasado criminal y una impulsividad que llevó en cierta oportunidad a una comisión evaluadora especial a negarle la libertad al no estar apto para volver a la calle.

Un crimen de primeros de diciembre

El 2 de diciembre de 1999, en su Punto Fijo natal, Nelson asesinó a un hombre durante la ejecución de un robo, homicidio por el cual lo detuvieron y confinaron en el retén de la entonces Zona Policial 2 de Polifalcón. De ahí se fugó antes de finalizar ese año.

Tras un año, 5 meses y 8 días fugitivo, lo recapturaron el 28 de mayo del 2001; le impusieron una pena de 15 años y confinaron en el Internado Judicial de Coro. Ahí estuvo cuatro años, 10 meses y 8 días hasta aquel 8 de mayo del 2006 que no volvió al penal tras haber salido a una jornada del régimen de Destacamento de Trabajo.

No hay expediente o de haberlo no se actualizo en la web del TSJ que indiquen que lo recapturaron o terminó de cumplir la condena. Lo cierto es para que muchos en Turupia todavía era un prófugo que con amenazas consiguió silenciar las voces de quienes querían delatarlo.

De beneficiario a sospechoso

Se sabe que a finales de 2022, «Neno» se mezcló dentro de ese grupo que recibía leche regalada por Tony Guadalupe, ganadero por más de 40 años, heredero del oficio de su padre quien le inculcó el sentido de solidaridad con los pobres.

Hace unas semanas alguien cortó los alambres de púas del corral y se llevó una novilla. Tony nunca tuvo la plena certeza de quién fue el abigeo; tan solo le comentaron que alias «Neno» estuvo preguntando con mucha insistencia por la novilla en el corral.

A Tony le habían dicho testigos referenciales que «Neno» y su banda, estaban involucrados no solo en el hurto de esta novilla, sino que en noviembre también habían sido los responsables de hurtar el torete que tenía para padrote. Por eso Tony gritó a los cuatro vientos que denunciaría estos casos, esperando la policía pusiera freno a los cuatreros. Alguien frente al cual Tony dijo esto, le fue con el cuento a Nelson.

El cuento que desató el infierno

Esa presunción desató un infierno en la vida de Tony Guadalupe. La misma persona a la cual Tony le contó de sus sospechas, fue hasta «Neno» y le echó el cuento igual o tal vez tergiversado. Esto provocó que el expresidiario fuese hasta el corral armado con un machete, resuelto a asesinar al ganadero por atreverse a señalarlo de estar detrás del delito.

Aquel día, Tony Guadalupe se echó a correr, salvando así su vida, aunque sufrió una herida emocional, la de haber quedado como un cobarde.

«Le sacaría las tripas a toditos»

El expresidiario iría hasta la casa de familiares de Tony y aseguró que le «sacaría las tripas a toditos» por señalarlo entre los sospechosos de abigeato.

Ante semejante amenaza que ponía a toda la familia en riesgo, Tony Guadalupe decidió denunciar ante la policía a Nelson Humberto Amaya antes de que cumpliera con las amenazas de muerte. Este persistía en disputar un duelo a muerte.

Le fueron con el cuento a «Neno»

La detención de «Neno» nunca prosperó, no sabiéndose a ciencia cierta el porqué del retardo. Pero el cuento de la denuncia corrió como pólvora, así que enterado, el expresidiario volvió a tomar el machete para asesinar a Tony Guadalupe quien estaba en su corral. Éste, presumiendo algún atentado, había escondido entre el monte la escopeta que usaba para cuidar su ganado.

Este domingo Tony estaba ordeñando cuando Nelson llegó cayéndole a machetazo a dos vacas, mientras vociferaba que le volaría la cabeza a Tony, quien puesto de pie, le lanzó el balde con leche al expresidiario.

Casi lo decapitan

El ganadero increpó a que dejara quieto su ganado pero Nelson, irracional e impulsivo, arremetió contra Tony quien milagrosamente pudo sortear el zarpazo que casi lo decapita.

Visto que «Neno» estaba resuelto a matarlo, el ganadero tomó la escopeta y le disparó en una rodilla.

Traslado de «Neno» y entrega de «Tony»

Herido, Nelson suplicaba a Tony que no lo dejara morir desangrado y aunque este quiso acercarse para ayudarlo, viendo que el expresidiario procuraba empuñar de nuevo el machete, guardó distancia y pidió ayuda de terceros.

Así logró Tony Guadalupe salvarse de la muerte aquel domingo en el que pudo huir, pero prefirió llamar a un motorizado a quien encomendó llevar al hombre herido hasta el ambulatorio de Tocópero para que recibiera atención médica. Luego de verlos partir y asegurar que pagaría por el traslado en la moto, Tony se fue hasta Cumarebo y entregó a la policía.

Bajo presentación periódica

En la audiencia, y gracias a la denuncia que había formulado contra el expresidiario, Tony Guadalupe demostró que disparó en legítima defensa, quedando bajo presentación cada 45 días por el delito de lesiones graves.

En el caso de Nelson Humberto fue llevado a Tocópero, luego a Cumarebo y después al Hospital Doctor Alfredo Van Grieken de Coro, donde habría manifestado que pediría disculpas a Tony por todo lo ocurrido. Con los días se complicó y murió el domingo 18, según por la ruptura de una arteria por la cual lo habían operado. Nelson tenía 45 años de edad y acabó muerto transcurridos 23 de aquel diciembre en el que mató a un hombre en Punto Fijo, municipio Carirubana.

Hace 23 años, también en un hecho ocurrido un mes de diciembre, Nelson Amaya mató a un hombre en Punto Fijo durante un robo.

Tony se puso a derecho de nuevo

Enterado de la muerte del expresidiario, Tony Guadalupe, acompañado de su abogado, se presentó a la fiscalía para que procedieran contra él en caso de ya no ser lesiones graves sino un posible homicidio el deceso de Nelson. No obstante, se mantuvo la medida cautelar de presentación y volvió a su casa.

Tony Guadalupe pasó a ser víctima de un psicoterror en el que le manifestaban que iría preso, que lo extorsionarían, que lo sembrarían, que le allanarían sus propiedades, que le harían vender sus vacas y quedaría en la ruina.

Eso significaría para él dejar a su hijo autista desamparado, a su hija sin la posibilidad de continuar sus estudios de medicina y a toda la familia en la quiebra, pasando miseria.

Tony Guadalupe Bolívar Alcalá formaba parte de un grupo de seis hermanos y quienes aseguran conocerlo, afirma que daba todo por sus hijos y demás familiares.

Tony Guadalupe Bolívar Alcalá formaba parte de un grupo de seis hermanos y quienes aseguran conocerlo, afirma que daba todo por sus hijos y demás familiares.

Psicoterror lo llevó a la muerte

Débil mentalmente ante un escenario jamás vivido en sus 54 años, Tony Guadalupe le pidió perdón a Dios y a su hermana por lo que estaba pasando la familia a raíz de un hecho del cual era víctima y de una mera sospecha que desencadenó todo ese torbellino que jamás buscó.

Envenenamiento de Tony

El miércoles 21 de diciembre Tony tomó una dosis del veneno que tenía en su corral para matar garrapatas lo que le produjo la muerte por envenenamiento al siguiente día en el Hospital de Coro.

Los que aplicaron psicoterror y crearon cizaña lograron su cometido de generar conflicto y muerte, siguiendo por ahí como si nada, airosos de la justicia terrenal pero sin escapatoria frente a la justicia divina.

Cactus24//26-12-2022

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