En otras circunstancias, la confusión de la aerolínea podría haber provocado una anécdota divertida sobre cómo, cuando una pareja se mudó de Inglaterra a los EE. UU., su perro emprendió su propia aventura internacional.
Pero Madison y James Miller dicen que Bluebell, una mezcla de labrador negro, soportó una terrible experiencia de días cuando la cargaron por error en un vuelo que la llevó a Arabia Saudita en lugar de Tennessee EEUU. También dicen que British Airways y su aerolínea hermana, IAG Cargo, no han hecho lo suficiente para resolver el problema.
«Hicimos todo bien al trasladar a Bluebell a Estados Unidos con nosotros, y ha sido una absoluta pesadilla», dijo James Miller.
«No sabemos si alguna vez volverá a ser la misma», agregó. «Nos está rompiendo el corazón».
En noviembre, los Miller pagaron el equivalente a alrededor de $2100 para reservar un vuelo de su perra «Bluebell» el 1 de diciembre desde el aeropuerto londinense de Heathrow a Nashville.
James tomó un vuelo directo con la esperanza de que el viaje fuera fácil tanto para él como para Bluebell, una perra rescatada que, según Madison, tiene alrededor de cinco años. Pero cuando el avión aterrizó en los EE. UU., Bluebell y su jaula no se encontraban por ninguna parte.
Después de un retraso de más de una hora, dicen los Miller, el personal de la aerolínea les dijo que de alguna manera habían puesto a su perra en un avión con destino a Riyadh.
Preocupados por la salud de Bluebell, pidieron, y obtuvieron, una foto de «prueba de vida», que mostraba a Bluebell mirando desde su jaula. Pasarían dos días más antes de que se reunieran con ella.
Sin embargo, cuando por fin la recuperaron, luego de haber estado en tres vuelos distintos, su mascota había cambiado completamente, afirmaron.
La mujer esperaba que Bluebell saliera del guacal contenta, meneando su cola, pero fue todo lo contrario. “Tuvimos que ir y agarrarla porque estaba muy horrorizada y fue entonces cuando supimos que algo andaba mal”, indicó Madison.
Entretanto, la aerolínea envió una solicitud de comentarios a la compañía de carga responsable de llenar sus aviones de equipaje y desde estas empresa asumieron la responsabilidad del incidente.
Asimismo, afirmaron que la mascota recibió «refrigerios con frecuencia y tuvo tiempo al aire libre para estirar las patas, incluidas caminatas regulares y ocho horas con el equipo del centro de recepción de animales de Heathrow que la cuidaba».
Los dueños de la perrita esperan recibir alguna compensación económica por este error.
Cactus24//22-12-2022
