El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición empezarán a negociar este fin de semana en México con varios acuerdos a los que han llegado en conversaciones anteriores que ahora solo hay que refrendar.
El más importante de ellos es la voluntad de ambas partes de descongelar los fondos estatales en el extranjero con la ayuda de Estados Unidos, que debe darle confianza a los bancos, los fondos de inversión y las entidades de crédito para liberar una cantidad enorme de dinero de origen venezolano. Una parte de ese capital servirá para financiar al Gobierno chavista y otra irá a parar a un fondo de ayuda humanitaria manejado por la ONU.
Otro de los acuerdos sería que Chevron recibirá varias licencias para explotar petróleo en el país, lo que supondrá un desahogo para la economía local. Recuperar su pujanza energética, algo que también favorece a Washington por su enfrentamiento con Rusia, es otro de sus objetivos en México.
Las partes se sentarán a negociar este fin de semana y probablemente volverán a hacerlo de nuevo a principios de 2023. Hay un deseo expreso de que no pase mucho tiempo entre un diálogo y otro.
La comunidad internacional ha empujado en los últimos meses para que se lleve a cabo el diálogo y lograr acuerdo.